Es un salón largo,
agrandado además por el efecto de una mesa para
unas 40 personas, que el gobernador Melquiades
Morales debe haber inaugurado como parte del
establecimiento de la Casa Aguayo como sede del
gobierno estatal, Mario Marín se sienta en la
cabecera para concedernos esta entrevista, y
Rafael García Otero se va hasta el otro extremo
buscando un ángulo inusual para sus fotos. En ésta,
que es una de las primeras entrevistas que el
nuevo gobernador de Puebla ha concedido a un periódico
local, ofrece que a lo largo de su gobierno será
respetuoso de la critica positiva,
misma que será utilizada para corregir errores
de su administración, pero al mismo tiempo
advierte que no va a solapar ni excesos de
miembros de su gobierno ni tampoco abusos de la
prensa. En tal sentido puntualizó: Yo no
voy a engordar los bolsillos de un medio de
comunicación nada más en aras de que
proteja mi imagen. Quien va a gobernar
los próximos seis años se llama Mario Marín,
y por tanto son falsas las versiones que han
corrido de que atrás de él está la mano de
Manuel Bartlett Díaz.
Aunque aclara que existe una buena relación
con el ex gobernador. Hasta ahora el senador ha
sido respetuoso con él, no ha buscado influir ni
cuando fue candidato a la gubernatura ni ahora
que ya está en el poder. Lo único que ha hecho
fue darle dos consejos durante la campaña
electoral.
Acerca del PRI, señala, por el momento
prefiere no entrar en la polémica del
procedimiento de la elección del próximo
candidato presidencial ni mucho menos quiere
hacer pronunciamientos a favor de algún
aspirante. Busca ser neutral, y por ahora su
prioridad es instalar a su gobierno y al
gabinete, proceso que será rápido.
La crítica
En la entrevista, el nuevo gobernador es
flanqueado por sus cercanos colaboradores Valentín
Meneses, titular de Comunicación Social, y
Javier Luna, encargado de prensa, quien,
atingente, coloca su grabadora paralela y simultáneamente
a la nuestra. Interrogamos al gobernador Marín
Torres acerca de cómo va tomar las críticas de
la ciudadanía a su gobierno y su relación del
mandatario con la prensa; se le planteó que
existe inquietud entre académicos, medios de
comunicación y críticos sociales de que no
acepte cuestionamientos a su administración. Los
parámetros, planteamos en la pregunta, serían
financiar, como ya hemos visto, una prensa que ha
denigrado al gremio usando la calumnia o la vía
autoritaria de no aceptar la crítica.
Marín respondió tajante: Ni lo uno ni
lo otro, no seremos de ninguna manera
complacientes, pero tampoco nos cerraremos a la
razón.
Agregó: ¿Por qué es necesario que
cambiemos en el gobierno? Porque la gente lo
pide, lo exige y tiene razón, no podemos
gastarnos el dinero del pueblo en desayunos
eso con relación al nuevo horario del
gobierno de 8 de la mañana a las 16 horas, y de
que ya no se pagará viáticos no justificados,
pero tampoco en querer acallar una prensa que nos
quiera presionar de otra manera para sacar una
prebenda mayor.
Si nosotros decimos continuó
que en el gobierno tenemos que hacer las cosas
con mayor ética... conforme a la ley, gastar
menos, invertir mejor los recursos públicos,
actuar con mayor transparencia, darle claridad a
las licitaciones, ese cambio de ética también
lo voy a pedir a toda la ciudadanía. Y yo, como
cabeza del gobierno tendré que hacerlo y pedirle
también desde luego a los medios de comunicación:
oigan, vamos a actuar con más ética.
Por tal razón, aseveró: Yo no voy a
caer en manos de un periódico, de un medio
electrónico; no voy a caer en chantajes. No voy
a caer, porque yo voy a empezar por no prestarme
a eso. Si yo estoy actuando bien, lo menos que le
puedo pedir a la gente, a la ciudadanía, es que
actúe, que cumplamos todos la ley... tenemos que
acostumbrarnos a respetar la ley, y si la ley le
dice a los medios de comunicación que tienen que
ser objetivos, que tienen que ser veraces, que
tienen que hablar con la verdad, bueno, pues
vamos a cumplir con la ley todos.
El mandatario usó dos ejemplos para señalar
cuál será el proceder de su administración en
este terreno: Si ustedes los medios
de comunicación me dicen en una nota; aquí
encontramos que un servidor público usó el
poder para obtener un lucro indebido; pues a ese
señor lo investigaremos, lo sancionaremos y no
solamente lo despediremos: si es delito, lo
meteremos a la cárcel.
Pero añadió igual, si me
dicen que un funcionario se compró un traje de
20 mil dólares y no me lo comprueban, entonces sí
seguramente ese funcionario agraviado pues va a
defenderse.
¿Nos arrogamos la potestad de tribunales?
Exactamente respondió esos
abusos, esos excesos de la autoridad o de los
medios, tenemos que frenarlos, porque ha habido
excesos. Pero, contestando tu pregunta de manera
concreta: yo no voy a engordarle los bolsillos a
un medio nada más en aras de que proteja mi
imagen.
No voy a cubrir a nadie, ya lo dije y lo
van a ver muy pronto, si es que hay pruebas de
ello. Funcionario que no cumpla, no me van a
temblar a mí las manos ni las piernas, porque si
quiero ganar la credibilidad de la ciudadanía y
si quiero ganar la confianza, pues tengo que
demostrar que soy congruente entre lo que digo y
lo que hago.
En su disertación, Marín definió lo que
para él es la crítica buena y la crítica mala.
De la primera dijo: Es cuando la crítica
venga acompañada de elementos, pues tenemos que
sancionar a quien no esté cumpliendo. La buena
es aquélla que señala, pero te prueba.
Y complementó: Hay crítica que
solamente confunde y destruye. ésa, pues vamos a
procurar que desaparezca, porque ésa no
contribuye a nada bueno y solamente a que la
gente tenga más desconfianza, que no crea en
nadie.
Bartlett y Madrazo
En otra parte de la entrevista, Marín señaló
que los 25 años que lleva en el servicio público
le han permitido aprender de todo,
como resultado de haber estado cerca de varios
gobernadores. Ello lo llevó a que no esté
casado con ningún grupo político,
pues a nadie le debe ser el actual
gobernador del estado de Puebla.
Y sobre tal situación, señala: No se
la debo a nadie. Yo no vine aquí a la
gubernatura siendo producto de un dedazo o
producto de una componenda allá por debajo de la
mesa. Pero también, como lo he dicho muchas
veces, acá y en México, la gente me identifica
con Manuel Bartlett.
Yo admiro, aprecio, le tengo un gran
afecto a Manuel Bartlett, porque creo que dentro
de mi formación como político me enseñó
muchas cosas, le aprendí muchas cosas, pero lo
aclaro una vez más: no soy hijo de Bartlett, ni
soy vocero de Manuel Bartlett.
Manuel Bartlett tiene su pensamiento
propio, podremos o no estar de acuerdo con él,
pero Manuel Bartlett es Manuel Bartlett, y yo soy
Mario Marín. Y en Puebla el que va a gobernar se
llama Mario Marín.
¿ Bartlett fue respetuoso con usted?
Yo creo que ha sido más respetuoso de
lo que yo me imaginaba. Yo pensé que Bartlett
pudiera en algún momento hacerme una recomendación.
No ha hecho una sola, ni en mi campaña. En mi
campaña me dio dos consejos que yo asumí y que
algún día los platicaré, pero fueron consejos,
no fue ni una petición, ni siquiera una llamada
de atención, que desde luego se la admitiría
como maestro mío que fue, como se la admito a
cualquier persona; cuando yo me equivoque, desde
luego tendrán derecho a decirme: oye, tú
prometiste esto y no lo estás cumpliendo. Pero
tampoco me ha pedido ninguna prebenda a cambio o
algo que se le parezca. Ha sido totalmente
respetuoso, y cuando algunos piensan que yo soy
su hijo o que yo iba a ser lo que él me dijera,
pues no.
Yo voy a actuar enfatizó de
acuerdo con mis convicciones, de acuerdo con mi
experiencia propia, y bueno, valoraré lo que me
enseñó el maestro Guillermo Pacheco Pulido, lo
que me enseñó el licenciado Guillermo Jiménez,
porque también trabajé con él; lo que me pudo
haber enseñado el licenciado Mariano Piña, ya
que fui subsecretario con él; lo que me pudo
haber enseñado Manuel Bartlett. Y puedo hablar
de Amado Camarillo, de Fernando García, de Mario
Mellado, de Carlos Palafox, todos los que fueron
mis maestros; de Héctor Jiménez. Tendré que
meter todos esos conocimientos, todos esos
perfiles en una licuadora y sacaré una combinación
de lo mejor de todo eso, positivo, que
seguramente lo tuvieron cada uno de ellos y
ponerlo al servicio de la ciudadanía. Pero, con
mi perfil, con mi criterio y con mis propias
convicciones.
Si lo ponen a elegir entre el presidente
nacional del PRI, Roberto Madrazo, y el senador
Manuel Bartlett, ¿por quién optaría?
Están muy polarizados, los he
escuchado, los he visto, están muy polarizadas
las cosas entre ellos, lamentablemente, pero yo
creo que no pudiera decidir por ninguno de los
dos, a los dos les tengo un afecto diferente,
personal.
Sobre ambos, Marín marcó algunas diferencias
fundamentales: Por antigüedad, bueno, pues
Bartlett, desde luego, trabajé con él seis años.
En lo político he conocido a Madrazo no hemos
nunca trabajado juntos, digamos en un proyecto,
como en el que trabajé con Manuel Bartlett.
Son cosas distintas, ojalá no me pongan
nunca a definir cuando menos de aquí a la elección
del candidato presidencial del PRI,
pero, les tengo reconocimiento a los dos... Pero,
hoy como gobernador quiero actuar de manera
prudente, porque yo represento a todos los
priistas del estado y yo no quiero crear confusión
allá abajo.
Después atajó: por el momento la prioridad
es echar a arrancar su gobierno y que funcione el
gabinete. Eso es lo que me está quitando
el tiempo ahora... si ustedes me dicen más de lo
del PRI, yo no tengo mucho interés por el
momento. Ya llegará el momento en que Mario Marín,
como priista, como consejero del partido, tenga
que dar su preferencia y si en algún momento es
necesario daré a conocer mi opinión.