En la presente elección de los cinco candidatos a la gubernatura de Puebla, sólo Luis Miguel Barbosa Huerta, de la coalición “Juntos Haremos Historia”, ha presentado su declaración 3 de 3, la cual se encuentra disponible en la plataforma del Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO).
Una de las principales demandas del electorado en el proceso que se vive es el combate a la corrupción, el cual debe empezar por quienes se han postulados a puestos de elección popular, pues se espera que sean quienes lleguen al poder público los primeros que cumplan con la ley.
Que solo uno de la media decena de aspirantes a dirigir los destinos de la entidad haya cumplido con la formalidad de hacer público su patrimonio resulta decepcionante y deja bien claro qué tipo de congruencia tienen la mayoría de quienes aspiran a gobernar a los poblanos.
Es así que, más allá de la justa exigencia social de que los candidatos transparente sus haciendas, deben ser éstos quienes de motu propio lo hagan, pues eso genera un escalón de confianza mínimo.
Es obvio que no se puede confiar en alguien que por un lado hable de honestidad y por el otro ni siqquiera tiene la disposición de respaldar con actos concretos sus promesas de campaña más elementales.