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La carrera por cumplir sueños personales y anhelos de grupo ha desatado una lucha intestina al interior del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que puede generar más daños que soluciones de cara a la sucesión gubernamental.
La puja soterrada –aunque cada vez más evidente– que tienen la delegada estatal de los Programas de Desarrollo en Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros y la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, por la nominación de Morena a esa postulación, ha generado una clara división en ese instituto político con resultados adversos en el ejercicio de la función pública.
Lorena Cuéllar busca ya esta postulación, aunque miente cuando asegura que está enfocada en dar los resultados que exige el gobierno. A sabiendas de que su aspiración personal no será sencilla de cumplir porque tiene prácticamente en contra a toda la estructura partidista, decidió fortalecer su propio equipo y proyecto.
Por tal razón, excluyó a la militancia de Morena en las designaciones de encargados de despacho en las diferentes delegaciones federales y priorizó cuadros políticos que le obedecen y le deben el favor solo a ella. Hace estructura paralela para tal fin y ahí están los nombres de personajes como Homero Meneses, Sergio González e Ignacio López Sánchez, entre otros.
Por el otro lado, la ex perredista Ana Lilia Rivera, quien es buena para el discurso, pero lenta para trabajar a ras de piso, ha logrado las confianzas y ha hecho grupo con la élite de Morena en Tlaxcala. Respaldada por el líder estatal del partido, Joel Molina; por el ex gobernador y todavía senador y futuro director de Canal 11, José Antonio Álvarez Lima y la diputada federal ex panista, Claudia Pérez, hace sus esfuerzos para lograr la nominación con el discurso de que ella sí es una verdadera mujer de izquierda.
En esa lucha y aspiración, las soñadoras de candidaturas han dividido la principal representación popular que tiene Morena en Tlaxcala, como son los diputados locales, María del Rayo Netzáhuatl, Ana Bertha Mastranzo, María de Lourdes Montiel, Patricia Jaramillo, Víctor Manuel Báez y José María Méndez son los diputados aliados de la senadora Ana Lilia y el resto de los congresistas Morenos parece que ya se formaron con Lorena Cuéllar. Ambos bandos tienen diferencias y, con ello, en todo lo que hagan unos y otros, están las voluntades enfocadas a posicionar a su respectiva aspirante, mientras el pueblo puede seguir a la espera de que sus acciones parlamentarias redunden en mejores condiciones para la sociedad.