Unas de las causas que explica el deterioro de Petróleos Mexicano (Pemex) es la corrupción. No es la primera vez que la paraestatal se ve envuelta en escándalos financieros, fraudes, tráfico de influencia, ordeña de gasoductos o desviación de recursos con fines político–electorales, prácticas cuyos efectos han generado un estancamiento económico de la empresa más importante del gobierno.
El caso de Oceanografía refleja la existencia de una telaraña de complicidad, impunidad y corrupción, por más que se trate de ubicar el fraude como un asunto entre particulares, sería iluso suponer que este tipo de operaciones millonarias se puedan realizar a espaldas del aparato burocrático y de los servidores públicos de primer nivel dentro y fuera de la paraestatal.
Las investigaciones deben en los próximos días revelar nombres de “distinguidos panistas y personajes del círculo cercano” que hicieron su agosto en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón. Basta con rastrear las cuentas financieras, los movimientos bancarios, la compra de terrenos, casas, departamentos, adquisición de autos para sospechar de enriquecimiento ilícito y con esta información hacer la conexión con funcionarios que colaboraron en la paraestatal o que por su lugar en el gabinete pudieran dar indicaciones sobre la forma en que se harían las desviaciones de recursos o la asignación de contratos.
El gobierno federal ya demostró que es posible utilizar información del sistema bancario nacional o extranjero para soportar averiguaciones previas, tal como ocurrió con la ex líder moral del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), de hecho la información proporcionada por la banca favoreció la aprehensión de Elba Esther Gordillo.
Hasta ahora hay un silencio generalizado por parte de los panistas que denota complicidad, el caso del fraude de la empresa Oceanografía se da en medio de una de las crisis políticas más importantes en la historia del blanquiazul y en pleno proceso de renovación de la dirigencia nacional. En la lucha, dos bandos: los calderonista y los maderistas, quienes buscan el control del partido con miras a reposicionarse en la lógica de las elecciones locales y federales de 2015; sin embargo, ambos grupos, hoy divididos, fueron parte de las anteriores administraciones, ambos ocuparon puestos de primer nivel, ya sea en la función pública federal o al interior del partido, de tal suerte que aunque quisieran desmarcarse del caso de Pemex, les resulta imposible y, peor, ningún bando podrá aprovechar la coyuntura de Oceanografía para descalificar al otro, pues los dos fueron parte del engranaje de corrupción que se intensificó y se expandió en la docena trágica, gran parte de la discrecionalidad, dispendio y corrupción fue auspiciada por los ex presidentes, de hecho el control sobre los consejeros nacionales infirió un férreo control sobre el partido, al grado que hubo mano negra en varias de las elecciones de los presidentes nacionales: César Nava, Germán Martínez y Manuel Espino son casos emblemáticos.
En ese sentido, en mal momento para el PAN se hace público el fraude de la empresa citada, cuyo crecimiento exponencial no se puede explicar sin el contubernio de quienes ostentaban el poder, ni Gustavo Madero ni Ernesto Cordero llevarán agua a su molino y aunque se quiera minimizar el efecto en la elección del Comité Ejecutivo Nacional, lo cierto es que el avance en las investigaciones tiene preocupado a más de un panista, llama la atención que Felipe Calderón no haya ocupado las redes sociales para felicitar a Banamex por denunciar el fraude, su silencio también tiene trasfondo, él sabe que varios de los suyos, vivos o muertos, hicieron fortuna a costa del petróleo de todos los mexicanos y en general la alcurnia panista sabe que el caso será utilizado durante las campañas políticas de 2015.
De hecho, el gobierno federal tiene en sus manos un nuevo pretexto para iniciar el desmantelamiento de las redes de corrupción que tienen atrapado al país, hay elementos significativos para jalar el hilo de la madeja y hacer caer a varios ex funcionarios, además podría servir para poner en la mesa del debate el fuero de los diputados y senadores, pues es del dominio púbico que varios de los legisladores panistas, sobre todo aquellos que llegaron al Congreso a través de las pluris, son parte del México corrupto que hizo del gobierno el lugar común para hacer fortuna a costa de la mayoría de la población que forma parte de las estadísticas de la pobreza… ver para creer.