Con el firme propósito de convertir la materia prima de la región en productos de exportación, Sandra Romero Mendoza, junto con otras cinco mujeres, creó una empresa dedicada a la elaboración de macetas y fuentes a base de piedra pómez y cemento, las cuales buscan colocar en el mercado internacional.
Entre ellas, seis mujeres, todas familiares, crearon el grupo social Macetas y Fuentes El Progreso para producir hermosas y variadas piezas que ya también tienen tecnología incrustada en algunos diseños, que incursionan en esta actividad, otrora realizada solo por hombres.
El grupo, originario del municipio de El Carmen Tequexquitla, Tlaxcala, se formó, cuenta Sandra, por la necesidad de autoempleo, ya que en esa zona de la entidad es precaria la oferta de trabajo, a pesar de la instalación cercana de la empresa Audi.
Y es que el municipio de Tequexquitla tiene graves rezagos, pues de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en su encuesta de 2010, reveló que 18 mil 641 individuos, que equivale al 89.8 por ciento del total de la población de esa demarcación, se encontraban en pobreza, de los cuales 14 mil 563, que representa 70.1 por ciento, presentaban pobreza moderada y 4 mil 78, es decir 19.6 por ciento, estaban en pobreza extrema, por ello Sandra y sus familiares mujeres decidieron hacer frente a esas condiciones.
Además, la visión de este grupo de mujeres es la de crear empleo bien remunerado y con seguridad social, y no solo para ellas y los suyos, sino para la gente de esa municipalidad que enfrenta diversos rezagos.
Por ejemplo, hasta hace siete años, el porcentaje de personas sin acceso a servicios de salud era de 17.9 por ciento, equivalente a 3 mil 708 personas, amén de que la carencia por acceso a la seguridad social afectó a 94.7 por ciento de la población, es decir, 19 mil 665 personas se encontraban bajo esta condición.
“Nosotros, como grupo, empezamos como todo por necesidad. Un familiar logró hacer este tipo de macetas y fuentes, bueno, estos productos, y las mujeres dijimos por qué no hacerlo más grande. Primero los hombres lo hacían con puro cincel, era más pesado el trabajo porque no había cortadoras especiales, porque lo hacían con sierras, pero empezamos a explorar y empezamos a innovar máquinas para cortar piedra, lo cual nos ha facilitado todo, además de innovar modelos, lo que también nos ha servido mucho”, explica la joven mujer, quien a sus 24 años de edad ya forma parte de este proyecto de grandes miras.
Explica que en la elaboración de su producción utilizar dos tipos de cemento, como son el denominado gris y blanco, pero sobre todo piedra pómez, “que es la base del trabajo, porque con ésta le damos variedad, vistosidad y diseño a nuestras piezas, que en su gran mayoría son distintas, porque no hay piedras iguales, cada modelo tiene un toque que lo hace diferente al otro, no se repite”, dice Sandra.
La piedra pómez tiene diversas cualidades, explica, “es una roca magmática volcánica vítrea, que posee una densidad, razón por la que flota en el agua y es muy porosa, de diversas tonalidades que van del color blanco hay café oscuro, por eso jugamos con esas tonalidades que nos ayudan a dar vista a nuestras piezas”.
Sandra, una mujer casada, aunque sin hijos, refiere con muchas ilusiones que al inicio del proyecto, éste se tornó muy complicado, porque “no sabíamos nada de esto; además, porque había ya mucha competencia, pero nos hemos superado en esto porque hemos tratado de innovar modelos y esquemas, y eso la gente sí lo ha visto con variedad, porque no es solo una forma sino varias”.
Con esas acciones, explica que ahora, tras esa adversidad, “ya logramos salir de nuestra zona, ahora vienen hasta nosotros productores y viveristas de los municipios de Atlixco, Cuautla y Cuernavaca del estado de Morelos, de varios municipios de Veracruz, además de Atlacomulco, en el Estado de México; en la Ciudad de México repartimos a viveros, ellos son los que nos consumen el producto”.
Con esta labor ya empiezan a ver sus frutos, es decir, ya logran ser una empresa exitosa, confiesa una de las líderes de este grupo social, el cual ha recibido apoyos estatales y federales.
“Tras muchas puertas tocadas, es verdad que ya empieza a ser redituable, porque todas somos mujeres, entonces empieza y es una fuente de trabajo, porque hay madres solteras, madres que apoyan a sus hijos, incluso ya hay niños que nos ayudan a la fabricación y todos podemos decir, ya empezamos a vivir de esto”, resalta.
–¿Y qué viene ahora, qué proyectos tienen en mente?–, se le cuestiona a Sandra.
–Queremos exportar, es algo que no hay, por eso ya gestionamos el registro de marca, código de barras, queremos exportar nuestro producto que se hace con manos y materias tlaxcaltecas y queremos que otros países se den cuenta de lo que fabricamos Tlaxcala y que tenemos mucha riqueza, además de ampliar el negocio y dar trabajo a todos los que se puedan, concluye.