Jueves, marzo 28, 2024

Plantea Heriberto López reconocer a Ixtenco como el último reducto de la civilización otomí en el altiplano tlaxcalteca

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Bajo la premisa de que el estado de Tlaxcala carece de políticas públicas para preservar y fomentar la cultura otomí, lo que la pone en riesgo de desaparecer en el estado, el diputado priista, José Heriberto López Briones presentó una iniciativa para otorgar reconocimiento oficial al pueblo de Ixtenco como el último reducto de esa civilización nativa en el altiplano tlaxcalteca.

La propuesta, explicó el legislador, busca acrecentar las condiciones culturales, sociales y económicas en las que vive actualmente ese municipio, en el cual 470 personas hablan la lengua otomí, pero 75 por ciento de sus pobladores se reconoce como herederos de esa cultura.

En la sesión ordinaria de este jueves, el diputado priista presentó al pleno una propuesta con carácter de decreto para que de manera conjunta los poderes Ejecutivo y Legislativo de Tlaxcala soliciten formalmente al gobierno federal la asistencia a los habitantes del municipio de Ixtenco, a través de los programas proyectados por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.

El legislador sostuvo que Tlaxcala debe su riqueza cultural y su carácter distintivo  a la herencia de sus pueblos originarios, por lo cual es fundamental atender a este sector de la población del estado en sus necesidades.

“Para ello se requiere del trabajo corresponsable de los actores sociales e institucionales, entre los que destacan autoridades indígenas, dependencias y entidades de la administración pública federal, gobiernos estatales, el Poder Judicial y las comisiones de asuntos indígenas de los diferentes congresos”, dijo.

López Briones refirió que el  Censo de Población y Vivienda 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) arrojó que en el estado de  Tlaxcala viven cerca de 28 mil hablantes de lengua indígena, de los cuales el 6 por ciento tiene alguna limitación física o psicológica, el 20 por ciento no tiene escolaridad y del restante 74 por ciento sólo el 6 por ciento cuenta con educación básica, media básica y superior.

“El municipio de Ixtenco acoge a cerca de  6 mil 791 personas que conforman el último grupo otomí asentado en el altiplano tlaxcalteca, personas que han luchado fervientemente por conservar sus tradiciones, cultura, artesanías y, sobre todo, su lengua madre. Por lo tanto y en reconocimiento a esa denodada lucha que con tanto ahínco realizan para no perder sus orígenes, tenemos el deber moral y legal de otorgarles la atención  pertinente, lo cual implica, entre otras acciones, un adecuado andamiaje institucional para la atención de los pueblos indígenas en la entidad, cuya primera acción consiste en el diseño y la aplicación de una política pública de atención diferenciada para este sector en la entidad”, argumentó el diputado de la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

El legislador recordó que la Constitución Política federal reconoce que la nación tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas, que son aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio actual del país al iniciarse la colonización y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas o parte de ellas.

Enfatizó  que en Tlaxcala debe haber seguridad de que la cultura indígena sigue vigente en sus pueblos, festividades y en sus tradiciones patronales y comunitarias, por lo cual consideró que su iniciativa debe ser aprobada por el pleno del Congreso.

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