Pedro Carmona Zamora, delegado de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram), otorgó calificación de uno al gobierno de Enrique Peña Nieto, pues aseveró que, entre otras cosas, durante su sexenio la delincuencia en carreteras creció 500 por ciento y el país quedó destruido.
“¿Tenemos presidente?”, preguntó al responder sobre el último informe de trabajo de Enrique Peña Nieto y expresó que este gobierno federal deja “el peor sabor de boca” al sector transporte, sobre todo porque el secretario del ramo, Gerardo Ruíz Esparza, “fue un inepto, a lo mejor utilizó el cargo para cobrar bien, para servirse”.
En el caso de la delegación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) “nunca encontramos a los encargados directos, siempre están los puros achichincles, déspotas, ojalá los corran empezando la nueva administración, la verdad nos expresamos así porque no hacen su trabajo gratis, tienen unos buenos sueldos”.
Señaló que en este sexenio la delincuencia creció alrededor de 500 por ciento, además que en este lapso el transportista se ha enfrentado a carreteras en malas condiciones así como al encarecimiento de los combustibles, de las casetas de peaje y de la canasta básica, al igual que la mayoría de mexicanos.
Refirió que desde la administración de Vicente Fox Quesada no ha habido “grandes cambios, solo hizo ricos a sus entenados y a sus hijos” y que Felipe Calderón Hinojosa heredó a Enrique Peña Nieto “toda la delincuencia”, quien no tuvo la capacidad de resolver “porque se rodeó de pura gente inepta”.
No pudo hacer nada –subrayó Carmona Zamora-, todo se le disparó la inseguridad y el abuso. Además, consideró que sería un error ver o escuchar por algún medio de comunicación, la transmisión del mensaje del mandatario federal, con motivo de su último informe de actividades.
“Para qué, si ya vimos lo que no hizo, y va a decir que convirtió a México en un paraíso, pero la verdad el país está destruido”, acentuó al tiempo que criticó que la educación en el país no tiene los niveles deseados, “están pésimos”, y que la juventud carece de oportunidades de empleo.
Cuestionó que los servicios de salud sean deficientes a pesar de los miles de millones de pesos que se etiquetan para este rubro, pero “no se ve su aplicación”.
“Si fuera una encuesta, le doy a lo mejor calificación de uno. No sé si marginó de la clase media para abajo y benefició nada más a sus amigos”, indicó el dirigente.