“En esta carrera, si dios me presta vida, estaré el tiempo suficiente para hacer cosas buenas que pretendo o de plano me mantendré tanto para convertirme en villano o (parte) del sistema (político)”, revela Humberto Macías Romero, coordinador de la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional (PAN) en la LXI Legislatura local.
Con la experiencia de haber sido un integrante más en la Cámara de Diputados federal, hace ya seis años, reflexiona: “Pienso que en verdad necesitamos otra calidad de políticos en Tlaxcala. Creo que Tlaxcala se merece tener políticos profesionales, que tengan una maestría, que cuando vayan a presentar una iniciativa, sepan de lo que están hablando. No puede ser que haya políticos improvisados, que llegan al Congreso y no saben de qué se trata. Eso me enoja”.
Por ello, el egresado de la carrera de Derecho del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITEMS) determinó dedicarse a esta profesión “tan desprestigiada”.
“Eso me remonta al momento en que mi familia me dijo, primero: no juegues. Yo les decía, por qué, si tengo la intención, y me decían que era muy desprestigiada, que va a traer problemas, conflictos, va a generar eco en la familia, pero creo que cuando vieron lo que generaba entre la gente, fue cuando dijeron: su idea no está tan loca, tiene un punto, un objetivo, una finalidad”.
Además estaba cansado de que la clase política local sea la misma de hace 40 años. “Hubo dos generaciones que prácticamente se las saltaron. Creo que debe haber un relevo generacional en Tlaxcala, que se tiene que dar de manera paulatina, donde los mejores cuadros tienen que salir y traer los mejores beneficios para el estado. Por eso me dediqué a esto y creo que me ha rendido algunos frutos y debe tener más para la ciudadanía”.
Humberto tiene 29 años de edad y es hijo del médico pediatra Humberto Macías Espino, quien falleció hace 11 años, y la empresaria Irma Esther Romero García, todos originarios de Huamantla, donde el actual diputado local por el XVII distrito cursó sus estudios básicos en la primaria Amado Nervo, la secundaria en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), plantel Huamantla, en la que también inició su bachillerato, pero éste lo concluyó en Nueva York, Estados Unidos.
En el ITESM cursó y concluyó de manera simultánea las carreras de Administración y la de Relaciones Internacionales y habla inglés, francés y árabe. Decidió acudir a esta institución privada porque “siempre pretendí seguir creciendo y obtener las habilidades y conocimientos para competir a nivel nacional e internacional”.
Inició la maestría en Administración y pretende hacer un postgrado en Administración Pública, la primera en la Escuela de Graduados del ITEMS y la segunda buscará que sea en el extranjero, “porque creo que hay que prepararnos para poder competir a nivel internacional, son dos metas que tengo muy claras”.
La vida con sus padres le permitió a Humberto tres aspectos fundamentales. La primera que le inculcaron valores, que son su carta de presentación y que lo definen como persona. La segunda, un momento infantil con muchas experiencias, a veces muy duras, como la muerte de su papá cuando estaba por ingresar a la universidad y sus hermanos eran pequeños. Y la tercera, recuerdos bonitos, como las pláticas y juegos en los que participaban sus progenitores y sus hermanos. Fue un niño feliz, promedio, muy hiperactivo, revela el legislador de Acción Nacional.
“Éramos una familia con hambre de salir adelante, a la que le importaba mucho conservar los valores, las tradiciones y costumbres. Una familia que ha tenido siempre la intención de no ser solamente espectador de la vida, sino vivirla”, comenta en entrevista realizada en su oficina en el Congreso local.
Recuerda que desde su época de estudiante ya mostraba sus cualidades políticas. “De mi grupo, el político era yo. Cuando había que negociar algo o platicar con los maestros me exponían sus puntos, los tomaba y los platicaba con los maestros y directores”, destaca.
Esta cualidad se desarrolló con mayor relevancia en su época de universitario, durante la cual participó en dos organizaciones, como presidente de la Asociación de Estudiantes de Tlaxcala en Monterrey, la cual era de carácter cultural, “llevábamos a Monterrey alfombras, camadas de huehues, muestras gastronómicas”.
La otra fue la Federación de Estudiantes del ITESM, en la que representó a los alumnos de la Licenciatura en Relaciones Internacionales y como vocal de la carrera de Administración. También encabezó la Comisión de Pueblo Mágico en su natal Huamantla y actualmente preside la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y Televisión (CIRT) delegación Puebla–Tlaxcala.
El diputado local sostiene que ser tlaxcalteca es un orgullo. “Cuando era pequeño me preguntaban ¿de dónde eres?, les respondía de Tlaxcala y me decían: ¡ah! de Tlaxcala, Veracruz o Tlaxcala, Puebla, ¡sí cómo no! No, no, no, Tlaxcala es un estado con esto, con lo otro, con tradiciones. Para mí es un orgullo ser tlaxcalteca, es un orgullo tener tantas tradiciones, ser un pueblo muy unido, porque eso es algo que nadie más tiene. Para mí es un orgullo que seamos generaciones de guerreros que buscamos siempre lo mejor para toda su familia”.
La vida laboral de Humberto abarca instituciones bancarias en Monterrey y México, en las cuales se desempeñó desde ejecutivo de cuentas hasta gerente y subdirector. También ha trabajado para las empresas de su familia.
Mientras que su carrera política la inició en la Cámara de Diputados federal, en 2009 cuando suplió a la entonces diputada Oralia Hernández López, hasta julio de 2010
Afirma que su postulación como candidato suplente se dio porque grupos políticos de diversas corrientes con los que ha tenido contacto desde hace tiempo lo buscaron para proponerle la candidatura. “Acepté por una coyuntura electoral y por un compromiso familiar, más que recomendación, porque fue una decisión familiar. Había buen ánimo de todas las corrientes políticas para impulsar esta candidatura. Tengo amigos del PRI y del PRD que vieron en mí alguien que podía trabajar”.
Como diputado federal destaca la experiencia que adquirió, “yo no podría negociar como negocio una iniciativa de ley si no hubiera tenido la experiencia de la diputación federal donde había negociadores de Colima, de Coahuila, de Chiapas”.
Situaciones inherentes al negocio familiar, le han permitido estar muy en relación con la clase política de la entidad, eso motivó que en su hogar uno de los temas recurrentes haya sido la política, lo que ha ocurrido en la entidad, “a mí sí me llamaba la atención servir a mi pueblo, a Huamantla, creía tener las herramientas, y la gente confió en nosotros”.
Militante del PAN desde hace ocho años, expone que su familia es simpatizante de este partido político, pero tiende a ser de centro, “también creemos que se necesita un orden para avanzar, y ese nos ha acercado a veces a encontrar posiciones no extremistas, sino balanceadas, que permitan el desarrollo de todos”.
Hasta la fecha, es el único integrante de su familia que se dedica a la política, el resto ha trabajado en la iniciativa privada.
Para Humberto, ser político tiene que ver con vocación y profesión. “Es triste ver muchos políticos que pueden ser profesionales, entendiendo que pueden traer muchos beneficios para mucha gente, y no les dan chance, entonces no lo hacen como una profesión y se dedican a otra cosa. Por otro lado, tiene que ser una vocación, porque el tema de servir a otros nace, sí se ejercita, pero realmente es algo que tiene que nacer.
“Hay políticos que se hacen y creen que con asesores van a mejorar mucho y van a ser mejores gobernadores, presidentes o diputados, sin duda, ayudará, pero la parte de servir es una cuestión que se lleva”.
Asegura tener amigos en otros partidos políticos, “de más joven tengo algún recuerdo por ahí con Mariano González chico, que le gusta la política, no ha ejercido un cargo a nivel local”. También Aurora Villeda, que fue su compañera en el ITEMS. “Tengo amigos de todos los partidos, por mi trabajo se generan amistades”.
Considera que su trabajo ha beneficiado a la población y cita como ejemplo la gestión que hizo como diputado federal para la pavimentación de calles del centro de Apizaco, también bajó recursos para Cuapiaxtla y San Juan Ixtenco.
Ahora como diputado local, ha gestionado y tocado puertas para apoyar a diversos barrios de Huamantla.
Humberto considera que las cualidades de un buen político son tener sensibilidad, preparación y audacia.
“Por un lado, los políticos actúan mal, pero por otro el sistema te obliga. Te dice que tienes que votar y no tienes opción, no te dice, si te parece mal, abstente. Creo que la política es difícil, porque es algo sucio, hay cosas horribles, traiciones, desengaños, dobles discursos”. Pero también observa que la política es gratificante cuando se hacen cosas que verdaderamente benefician a la gente. “El trabajar aquí es porque alguien tiene que hacerlo”.
Como legislador observa que los principales problemas de Tlaxcala son el desarrollo económico. “Se necesitan generar alrededor de 10 mil empleos al año para las generaciones que vienen creciendo y se generan 2 mil actualmente. Eso genera subempleo, pobreza, marginación. Faltan empleos. No se apoya a las pequeñas y micro empresas que han generado empleos desde hace varios años, el gobierno piensa que con traer una o dos grandes firmas ya resolvió el problema. La informalidad.
El segundo problema, “gravísimo”, es el de salud. “Es grave que haya doctores que no atiendan, que exista una mafia en el sindicato, que no haya medicinas, esa es una irresponsabilidad de gobierno estatal enorme, que la hemos visto y hemos dejado pasar”.
Humberto reconoce su interés por buscar la diputación federal, cuándo, confiesa no saberlo, “ahorita, lo que me interesa es concentrarme en hacer que las cosas sucedan.
“A mí me dijeron hace mucho tiempo: tú debes hacer un plan para 10 años, pero también me queda claro que lo que diga o haga está sujeto a coyunturas, momentos, oportunidades y a problemas. Entonces, la verdad, lo único que sé y suena muy tonto es que voy a estar donde tenga que estar y donde esté daré lo mejor de mí, llámele la iniciativa privada, en la política”.
Si se retira de la política se dedicaría al negocio familiar, en el tema de la comunicación, “me gusta mucho, me gusta escribir, hablar en la radio. Me gusta también generar guiones, contenidos. Continuar con el legado de su familia”.
Expone que hay una nueva generación de políticos en Tlaxcala, a los que se les tiene que abrir espacios sin ver si es hombre o mujer, “sino que es gente que realmente tenga una propuesta interesante, seria, en eso estoy seguro que vamos a encontrar muy buenas coincidencias. Entender que el relevo generacional se tiene que dar de manera natural, ni forzada ni de dedazo”.