Por considerar que las y los diputados locales no deben manejar recursos para obra pública, Perfecto Barrales Domínguez, presidente estatal del Sistema Producto Amaranto, apoyó que el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez ejerza su facultad de vetar el Presupuesto de Egresos para el ejercicio fiscal 2019, aprobado la semana pasada.
Antes de finalizar 2018, por mayoría de votos, el pleno del Congreso local validó el gasto para la entidad tlaxcalteca y reasignó una cantidad de 470 millones de pesos, respecto de la iniciativa presentada por el mandatario.
Con esta modificación las y los legisladores crearon fondos para las obras de infraestructura urbana y apoyos al campo. En el caso del primero (para el Fortalecimiento de Obras y Acciones a Municipios) el monto asignado es de 250 millones de pesos, de los cuales, presuntamente, cada uno diputado administrará alrededor de 10 millones de pesos en las demarcaciones de su preferencia.
“Yo veo muy mal que los diputados utilicen recursos para obra pública, pues definitivamente eso no es su papel, ahí están cometiendo un error, principalmente los del partido Morena que es mayoría”.
Subrayó que los legisladores deben rectificar la distribución del presupuesto. “No están para usar” esos fondos “que incluso se utilizan muchas veces para moches, porque se hacen convenios con las presidencias municipales”.
Barrales Domínguez puntualizó que está “totalmente en contra” de esta manera en que la mayoría de integrantes de la Legislatura local aprobó el gasto 2019 y acentuó que las y los diputados “están para hacer leyes, políticas públicas, en fin, pero no para manejar recursos dizque para obra pública o cosas de ese tipo”.
Remarcó que estaría de acuerdo en que el gobernador, dentro de sus atribuciones, ejerza el veto del presupuesto específicamente en este punto, pues “está mal”.
En cuanto al Fondo de Acciones para el Fortalecimiento al Campo por 175.9 millones de pesos, dijo que espera que se maneje de forma transparente “y no preferencial para los amigos, los compadres o simpatizantes”.
Expresó que “eso no debe de ser, es muy delicado”, pues el dinero público destinado al sector agropecuario debe ser aplicado correctamente en el estado.
En el caso del gasto federal, señaló que si bien hay una reducción en el destinado al campo, respecto de años anteriores, “esta se va a compensar en el manejo más transparente” de los recursos, pues antes “se iba principalmente con los grandes agroempresarios del norte del país, pero en el centro y sur nada más nos tocaba el Proagro, que era una miseria”.
Confió en que en esta administración nueva el presupuesto sea más justo y su distribución “sea de mejor manera y directa al productor”, ya que una parte también era para líderes de organizaciones. “A la larga se va a beneficiar a los pequeños”.
Barrales Domínguez dijo que hubiera preferido un monto mayor a este sector, “pero en general estamos comenzando bien” en este sentido, pese a que será un año difícil por las condiciones en que el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió el país.