Martes, marzo 19, 2024

La hora de la verdad

El cambio profundo de país que queremos la mayoría de mexicanos ya comienza y pasa del discurso y del papel a la realidad: se trata de afrontar los problemas de fondo y más urgentes; y el primero de ellos tiene que ver con el desmantelamiento de las grandes estructuras de saqueo que los últimos gobiernos construyeron para engañar y despojar a los mexicanos de sus recursos energéticos. La medida radical tomada en contra del saqueo sistemático ha sacudido de diferente manera todas las estructuras de la sociedad mexicana: los huachicoleros de cuello blanco, políticos y empresarios han puesto el grito en el cielo al ver que sus redes de corrupción y complicidad tejidas pacientemente durante decenios, se vienen abajo y ahora acusan de ineptitud y autoritarismo a un gobierno que está enfrentando uno de los problemas más graves del país.


Los huachicoleros menores, los que ordeñan los ductos, han salido a la luz reclamando su derecho a seguir viviendo del robo, haciendo segunda a sus jefes y aliados que los han alentado y promovido para presentarlos como los únicos culpables de los billonarios desfalcos que van más allá de lo imaginable. Conforme pasan los días y van saliendo informaciones que demuestran la magnitud del saqueo, los ataques al nuevo gobierno arrecian, fomentan las campañas de pánico, exigen que se regrese al estado anterior de las cosas, aduciendo que más vale el saqueo que el desabasto y la afectación a la economía.

Finalmente el viejo principio de las novelas policiacas se cumple: vociferan y se rasgan las vestiduras aquellos que se han visto directamente afectados por la estrategia implementada, o sea, quienes de manera abierta están confesando su participación en el robo, ya sea de manera directa o indirecta. Es evidente que para que la maquinaria de corrupción y despojo funcionara, era necesario contar con la coordinación de muchas estructuras: desde los militares encargados de la seguridad, hasta el empleado encargado de vaciar en los tanques de las estaciones de servicio, las pipas de combustible robado, pasando por los burócratas que ajustaban y justificaban las cifras de extracción, de importación y de venta del combustible. En medio del clima de rumores, miedos y amenazas que intentan crear los verdaderos miembros del crimen organizado, ocultos detrás de logos de partidos políticos, a los ciudadanos que buscamos el cambio nos toca respaldar con acciones, no sólo con opiniones, la estrategia implementada por el nuevo gobierno.

Como siempre, en primer lugar, tenemos que estar informados, buscar fuentes fidedignas de información; contrastar las informaciones; analizar a quiénes beneficia el clima de miedo y de mentiras que apuntan a querer comparar este momento con el “terrible coco” de la venezuelización. Segundo, tenemos que actuar de manera responsable, no haciendo caso a los rumores, no haciendo el juego a los rateros para hacer largas filas de compras de pánico. Tercero, tenemos que entender y hacer entender a quienes nos rodean, la cara oculta de quienes quieren sembrar la incertidumbre, aquellos que detrás de bambalinas mueven las falsas noticias para evitar que los cambios necesarios se lleven a cabo. Ahora que empezamos a conocer la magnitud del saqueo cometido durante decenios, entendemos el por qué de la reforma energética, el por qué ex funcionarios son dueños y socios de empresas petroleras extranjeras, el por qué ahora se oponen a que el Estado retome el control de los recursos naturales, y el por qué culpan al nuevo gobierno de la situación de emergencia que ellos mismos crearon. Finalmente nos corresponde tener paciencia teniendo la seguridad de que la estrategia dará resultado, aunque tengamos que hacer fila. El esfuerzo vale la pena si queremos el cambio.

Más recientes

Sector salud reporta 20 casos confirmados a síndrome de Guillain–Barré; llama a lavado constante manos

El sector salud informó que, hasta el último corte, se registran 63 casos sospechosos y 20 casos confirmados a...
- Anuncio -
- Anuncio -