Juan es ingeniero agrónomo, pero hizo una pausa en su profesión para ser el tlayecac de la comunidad de Tepeticpac, que históricamente es uno de los cuatro señoríos de la antigua República de Tlaxcallan.
Su elección como presidente de comunidad, lo que le da el rango de tlayecac, se realizó por el método de usos y costumbres en Tepeticpac, refiere este hombre de 51 años de edad en charla con La Jornada de Oriente.
Juan Ramírez Jiménez gobierna una población de mil 500 habitantes y su mayor preocupación es hacer las gestiones para brindarles los servicios básicos.
“La elección es por usos y costumbres. El periodo de representación es de tres años. La forma en que los pobladores nombran al presidente de comunidad es en una asamblea de pueblo, en la que todos los aspirantes se presentan y la población lo nombra de manera directa, todos los aspirantes nos sometemos al escrutinio de la gente”, agrega.
Juan menciona que acogió la profesión de ingeniero agrónomo porque sus padres trabajaron la tierra, así que él desde pequeño estuvo en contacto con la siembra y se interesó por estudiar esa carrera para mejorar la cosecha de las parcelas familiares.
Sin embargo, ahora que es presidente de comunidad o tlayecac como se le conoce a la autoridad de Tepeticpac, está abocado por mejorar las condiciones de sus paisanos, pero también por rescatar la historia que se merece esta localidad al ser uno de los cuatro señoríos de la antigua República de Tlaxcallan.
Juan: no es difícil ser presidente de comunidad
Agrega que su cargo como presidente de comunidad no es tan difícil, ya que las personas en Tepeticpac se conocen y por tanto están dispuestas a colaborar para sacar adelante a su pueblo.
Es por ello que impulsa de manera decidida el Festival Comunitario Coailhuitl, pues insiste que la historia le debe mucho a Tepeticpac y a Tlaxcala, por ello es que a través de este evento anual busca promover la riqueza cultural de la zona.
Resalta que en Tepeticpac hay una zona arqueológica de 98 hectáreas de superficie y a pesar de que hay interés del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) por rescatar los vestigios de este lugar, la inversión de recursos es importante, pero no se han canalizado las inversiones suficientes para avanzar con mayor rapidez. Por ejemplo, el año pasado se destinaron 3.5 millones de pesos y se espera que este año se asigne más presupuesto.
En el cerro hay una capilla que es un monumento histórico del siglo XVI y el año pasado una asociación civil destinó 300 mil pesos para la primera de cuatro o cinco etapas con el mismo fin, agrega.
Por ello, refiere que es importante gestionar recursos de otras instancias públicas y privadas para seguir con los trabajos de rescate de la zona arqueológica.
Juan refiere que los monumentos que hay en el cerro de Tepeticpac son muy importantes para la riqueza cultural de este lugar.
Él dice que es un orgullo ser descendiente de una cultura tan importante en la historia del estado de Tlaxcala, pero menciona que la colonización provocó que los pobladores ya no preserven sus apellidos de origen náhuatl.
En las 98 hectáreas no hay viviendas asentadas, aunque en el pasado sí lo hubo y eran de familias dedicadas al campo, pero se ha procurado preservar este patrimonio histórico y cultural y, de ser posible, atraer visitantes a esta zona.
El presidente de comunidad indica que él se interesó por participar en la política porque sus conocidos lo impulsaron para contender por el cargo, lo cual ligado a su interés por apoyar a la localidad, le llevaron a ser el tlayecac de Tepectipac hasta el 31 de diciembre de este año.