Las condiciones de humedad alta en superficie agrícola propicia la incidencia de patógenos, particularmente en la de trigo, por lo que el productor debe realizar una buena fertilización, siembra y preparación del terreno, así como usar material sano y variedades nuevas de cultivos, recomendó el delegado del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), Alejandro Ceballos.
Refirió que en el caso concreto de este cereal, la raza Valles recientemente obtenida, “vino a romper la tolerancia de otras, como Nana o Altiplano, que habían sido resistentes a los tipos de roya presentes.
En caso de condiciones de alta humedad, como las actuales, hay interacción de patógenos con el clima, lo cual es un factor importante para que esas enfermedades detonen, dijo.
Expuso que en este ciclo se ha registrado una gran cantidad de agua, “por fortuna en parte para abastecer y dejar que el cultivo de trigo, de cebada y maíz tenga una buena cantidad de lluvia para su maduración”.
Sin embargo –advirtió- , eso ocasiona problemas en cuanto a la incidencia de enfermedades nuevas, porque se presta el entorno. “Con la variedad nueva de trigo hay un buen grado de resistencia que va a permitir disminuir el número de aplicaciones de agroquímicos”.
Recordó a productores que deben hacer una buena fertilización, siembra y preparación del terreno, así como rotación de cultivos en sus parcelas; uso de semillas certificadas y que no utilicen material de otros estados que pudieran tener problemas fitopatológicos.
Los investigadores trabajamos con seres vivos, en este caso, con plantas y organismos patógenos que van cambiando y cada año pueden ser diferentes, por lo que pensamos que con el uso de Valles se puede reducir la incidencia de roya.
Por ello el INIFAP trabaja un programa nacional de trigo, con un pull de otras variedades en proceso de evaluación, para poder ofertarlas a productores, indicó.
La idea –señaló- es fortalecer el cultivo de trigo, estimular y apoyar a productores, con trabajo de investigación y obtención de razas nuevas; es un proceso que lleva ciclos, pero lo importante es tenerlas, multiplicarlas masivamente y fomentar el uso.
Afirmó que hay disposición de agricultores para incorporar otras variedades, pues además, se realizan pruebas de rendimiento en terrenos, condiciones de clima y suelo, a efecto de garantizar que respondan a sus necesidades.
En cuanto a Valles, recalcó que tiene una capacidad de producción que se adapta a diferentes zonas trigueras. “En este proceso algunos ya están organizados y la han ido conociendo” para utilizarla.
Respecto al trigo, Jaime Garza Elizondo, delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), refirió que de las 235 mil hectáreas sembradas, entre 25 mil y 30 mil corresponden a este cereal.
Todas están en producción, en buen tiempo. Afortunadamente logró controlarse el problema de roya, es una plaga que se presenta, pero los productores han utilizado medidas de prevención para evitar su diseminación, aseguró.