Aunque la mayoría se declaró o se sintió ganador del primer intento de debate entre los aspirantes a gobernador, y otros más justificarán su paupérrima participación con un sinfín de pretextos, lo cierto es que este domingo fue el punto de quiebre en la puja por la titularidad del Ejecutivo local y las estrategias se modificarán.
Con datos duros, estudios demoscópicos –esos que en verdad sirven para conocer las fortalezas y debilidades de los aspirantes– y diversos análisis, los abanderados darán un giro en sus estrategias de campaña y otros más, los marginales en la aceptación del electorado, tratarán de modificar todo; se reinventarán.
Los primeros buscarán potencializar sus fortalezas y minimizar sus debilidades, pero sobre todo tratarán de corregir los errores y aprovechar los espacios potenciales que les permitan tener los sufragios necesarios en las urnas que les aseguraría detentar el poder estatal durante 56 meses.
Estrategias cambiarán; a cerrar campañas con otros artilugios
La triada de punteros en la elección, Lorena Cuéllar, Adriana Dávila y Marco Antonio Mena ya tienen en sus mesas y en sus respectivos búnkers o cuartos de guerra electoral, las cifras de lo sembrado en los 20 días de campaña formal en la búsqueda del voto de la ciudadanía.
También tienen o deberían tener todos los datos de los puntos rojos, debilidades y flaquezas en sus equipos y estructuras partidistas, así como de los requerimientos que tienen para superar los 150 mil sufragios que la contienda les exige para aspirar, con certeza, a suceder a Mariano González Zarur.
Con esos datos y cifras, lo mejor de la contienda está por sucederse, con definiciones de grupos y actores políticos, adhesiones, desmarques, sumas y hasta traiciones estarán a la orden del día. Quien sea capaz de aquilatarlas tendrá avanzada la tarea de cara a la victoria. La campaña negra, esa que destruye el tejido social y la unidad entre los tlaxcaltecas, tendrá su repunte.
Sin embargo, los que saben, tienen cierto que sólo les quedan 40 días para formar y terminar de articular la estructura y maquinar lo que les asegure la mayor movilización del próximo 5 de junio; quien lo logre, lo veremos despachar desde la Plaza de la Constitución de la capital de Tlaxcala.