Viernes, marzo 29, 2024

¿El ganso se cansa? El problema es entenderlo. Me canso ganso

¿El ganso se cansa? El problema no es si se cansa, sino entenderlo. En las áreas de educación y administración es común usar este cuento. El próximo otoño, se podrá ver a los gansos emigrar dirigiéndose a un lugar más cálido para pasar el invierno. Se observará que vuelan formando una V.

Se ha comprobado que, cuando cada pájaro bate sus alas. Produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando así, la bandada completa aumenta su poder, por lo menos un 71% más que si cada pájaro volara solo.

Cada vez que un ganso se sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia del aire. Se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y rápidamente regresa a la formación, para beneficiarse del poder del compañero que va adelante.

Cuando el líder de los gansos se cansa. Se pasa a uno de los lugares de atrás y otro ganso toma su lugar. Los gansos que van detrás graznan para alentar a los que van adelante a mantener la velocidad.

Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo. Se quedan acompañándolo hasta que esté nuevamente en condiciones de volar o hasta que muera. Y, sólo entonces los dos acompañantes vuelan a su bandada o se unen a otro grupo.

¡Claro que el ganso se cansa! La moraleja del cuento es que, si el liderazgo no se distribuye, se corre el riesgo de que el ganso se debilite por asumir toda la responsabilidad y no delegar.

El ganso. La mayor parte del tiempo lo pasa volando

El ganso es un ave acuática similar al pato, pero de tamaño y peso mayor. Existen varios tipos de gansos y todos son aves migratorias. Algunas especies, como la canadiense, pueden volar a una velocidad que va entre las 40 y las 70 millas por hora, aproximadamente de 64 a 112 km/h.

Al migrar pueden llegar a recorrer de 2 000 a 3 000 millas -entre 3 200 y 4 800 kilómetros, aproximadamente-; con buen tiempo, puede hacer hasta 1 500 millas, unos 2 mil 400 kilómetros, en un solo día.

Si bien el ganso es un animal acuático, la mayor parte del tiempo lo pasa volando; sus alas pueden llegar a medir hasta dos metros. Además, es muy veloz y mantiene una velocidad media que va de los 48 a los 60 km/h; esta velocidad se puede incrementar incluso hasta los 90 km/h, en caso de verse amenazado.

Se trata de uno de los animales que mejor se orienta y puede volver al nido en el que nació después de un año de haberlo abandonado. Emigra en bandadas. .

La fábula del ganso y el caballo (Boccaccio)

Un ganso que estaba comiendo pasto en un prado se sintió molesto por un caballo que pastaba cerca de él. En tono agresivo le dijo: “No cabe duda de que yo soy un animal más noble y perfecto que tú, ya que la extensión y el espectro de tus facultades está limitado a un solo elemento. Yo puedo caminar sobre el suelo tan bien como tú, y además tengo alas para elevarme por los aires, y cuando lo deseo puedo nadar en lagos y estanques y refrescarme en la frescura de las aguas. Disfruto del poder de las aves, de los peces y de los cuadrúpedos”.

El caballo resopló de forma un tanto desdeñosa y replicó: “Es verdad que habitas los tres elementos, pero no haces un papel muy distinguido en ninguno de ellos. Vuelas, es verdad, pero tu vuelo es tan torpe y pesado que no tienes derecho alguno a compararte con las golondrinas o las alondras. Puedes nadar sobre la superficie de las aguas, pero no puedes vivir debajo y dentro de ellas, como los peces; no puedes alimentarte en ese elemento ni hundirte hasta el fondo de las olas, y cuando caminas sobre el suelo con tus anchas patas, estirando tu largo cuello y agrediendo con tu grito sibilante a quienquiera que pase cerca de ti, sólo atraes la burla y el desprecio de quienes te ven.

Confieso que estoy hecho para moverme únicamente sobre la tierra, pero… ¡cuánta gracia hay en mis movimientos! ¡Qué elegantes son las líneas de mi cuerpo! ¡Cuán gráciles mis miembros! ¡Cuán grande mi fuerza! ¡Cuán sorprendente mi velocidad! Prefiero hallarme limitado a un solo elemento y ser admirado en él, que ser un ganso en todos.

¡No vayan, gansos! ¡No lloren, gansos! Donde sea es un espinado mundo flotante

Lenin E. Gutiérrez Cervantes refiere que en estos dos poemas se maneja el concepto del “Ukiyo” que puede entenderse como “mundo triste” o “mundo flotante” según el ideograma que se utilice, aunque en estos dos poemas no se emplea ninguno para aclarar el término usado por Issa. El primer concepto aparece con la llegada del budismo a Japón, el mundo “triste” (o pasajero/efímero) era este mundo mortal cuyas ataduras impedían la iluminación, mientras que el “flotante” fue el concepto creado en el periodo Edo (1600- 1867) para referirse al glamoroso mundo de los distritos rojos de Japón, donde artistas, prostitutas, guerreros y nobles buscaban placer y convivían. Sin lugar a dudas el segundo término fue acuñado para hacer alusión al primero, después de todo son homófonos, y llegó incluso a sustituirlo en el uso diario, al ser una expresión más “romántica”.

No obstante, aunque una visión sea más pesimista que la otra, las dos se refieren a un mundo donde la única constante es que todo cambia, nada puede permanecer. El ir y venir de los gansos y su canto son Kigo de otoño y alusión al amor en la poesía clásica japonesa; sin embargo, Issa se vale de los gansos para ilustrar, en un caso, la futilidad del escape, y en el otro la del llanto. En los dos poemas se utiliza una forma imperativa que se considera ruda y demasiado directa; de igual manera, los dos terminan con la combinación de los Kireji “Zo” y “Ya”, el primero, como ya se ha mencionado, da énfasis a la frase; “Ya” también da un énfasis, pero también puede interpretarse como una interrogación.

Dos cazadores de gansos salvajes

Dos hermanos, al ver aproximarse una bandada de gansos salvajes, prepararon sus arcos.
– Si cazamos uno de estos gansos – dijo uno de ellos – lo prepararemos en adobo.
– No – dijo el otro – eso es bueno para preparar los gansos cazados en tierra, pero los muertos en pleno vuelo, deben asarse.

Para solucionar esta discusión, se dirigieron al jefe de la aldea.
– Corten el ganso por la mitad – aconsejó el jefe – y así cada cual puede prepararlo a su gusto.

Pero cuando los dos cazadores estuvieron listos para disparar, ya los gansos se habían perdido en el horizonte. (Xian Yi Pien)

¿El ganso se cansa? ¡Claro que se cansa! Me canso ganso.

Me canso ganso, es una frase que el presidente de México pone de moda. La pronuncia en su toma de posesión el primero de diciembre. “Habrá energía eléctrica y gas a precios bajos, así como subsidios fiscales para la instalación de fábricas y la creación de empleos; en tres años estará funcionando. Me canso ganso”.

El diccionario de americanismos refiere el contenido al verbo cansarse y le da 2 significados: 1) Expresa afirmación rotunda ante una petición o un reto.2. Indica que una persona está muy cansada. El significado con el que lo usa AMLO es en el primer sentido. Sin embargo, ante la urgencia de su actuar, vale la pregunta ¿se cansa el ganso?

Lo primero que puede observarse es que a escasos 70 días, muchos de los Secretarios de Estado ya se cansaron. Tan es así que han tenido que poner sillas para descansen, en las mañaneras. Sobre todo, las personas mayores.

Valga recordar la frase “ya me cansé” de Murillo Karam. “Soy tan humano como cualquiera, y también me canso”. El presidente de la República se mantiene a la cabeza. Entre sus colaboradores no les preocupa si el ganso se cansa, sino si logran entenderlo.

En palabras de la secretaria de GobernaciónA veces es difícil entender el mensaje y la política de nuestro presidente, y es difícil entenderlo porque se tiene que desentrañar en muchas ocasiones el sentido de lo que nos está hablando.

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