“Danzas Vivas de Tlaxcala”, es un proyecto con el objetivo de registrar en video manifestaciones dancísticas que se mantienen vi-gentes en las comunidades del estado. Si bien, el carnaval es ejemplo de esas expresiones, existen otras más que son conservadas celosamente por los habitantes que ven en ellas su herencia cultural y símbolo de identidad, además de que también fungen como espacios recreativos.
El proyecto fue realizado por Rafael Meza Suárez y Jesús Valdés Lima, quienes cuentan con amplia experiencia en la realización de trabajos audiovisuales y que acompañaron a los danzantes en sus rituales religiosos, sociales o festivos. El primero encargado de la dirección del documental y el segundo de la fotografía.
A decir de Rafael Meza, el proyecto nace como una necesidad, primero, de conocer las manifestaciones culturales que resguarda el estado, en este caso en el plano dancístico y segundo para su registro y difusión.
La elaboración del video documental se realizó con el apoyo del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura (ITC), y al gran interés por la conservación y difusión del patrimonio dancístico del profesor Jaime Flores Flores, asienta Rafael.
Los Vasarios de San Isidro Buen Suceso, municipio de San Pablo del Monte; Los Negritos, de Toluca de Guadalupe, en Terrenate; La Pandilla, de Mesa Redonda, Atlzayanca; el Grupo Malintzi de San Pedro Tlalcuapan, Santa Ana Chiautempan; son quienes participan en este video-documental, dividido en cuatro momentos.
Los Vasarios, con su vestimenta de vaqueros, surgen en el apogeo de las haciendas en el sur poniente del estado, danzan mientras avanzan en la procesión que va de su comunidad (San Isidro) a La Malintzi, donde se encuentra la capilla dedicada a la virgen de Guadalupe, además de realizar presentaciones en otras fiestas patronales.
Los Negritos, de Terrenate, veneran también a la guadalupana, este grupo de danzantes desde temprana hora se alistan en el atrio de su iglesia un 12 de diciembre. Preparan su sombrero característico adornándolo con papel china; este conjunto de niños y jóvenes interactúan al ritmo de un violín que los acompaña a visitar a la virgen de Guadalupe en el templo del lugar.
Mientras La Pandilla, de Mesa Redonda, de manera lúdica invita al festejo de la comunidad de Plan de Guadalupe Ixtacamaxtitlán, en el estado de Puebla, un viaje donde pasan la frontera territorial de Tlaxcala para llevar una tradición de la cual se sienten orgullosos; una danza que al igual de las dos anteriores surge en los albores del siglo XVII, en un contexto agrícola.
Por su parte, el Grupo Malintzi recrea los episodios que componen el baile del Xochipitzahuatl. La danza cuenta un pasaje que tiene lugar en una cañada de San Pedro Tlalcuapan. La vestimenta tradicional y diálogos en lengua náhuatl son elementos que dan realce a la danza, conservada y difundida por los habitantes de Tlalcuapan quienes son sabedores de la trascendencia de esta tradición de la cual son orgullosos albaceas.
Rafael añade que a estas historias contadas gracias al arte de la danza, se agrega la visión de especialistas en la materia como el antropólogo Juan Carlos Ramos y el profesor de danza Darío Lemus Tlapale. “Ellos aportan al trabajo documental un análisis desde la perspectiva de sus respectivas disciplinas. De esta forma, nos invitan a la reflexión, más allá del conocimiento de la tradición popular”.
La danza, agrega, es utilizada igualmente como forma de transmitir agradecimiento y de pedir protección a las entidades sobrenaturales que gobiernan los acontecimientos y sobre todo aquellas que se relacionan con el medio esencial de subsistencia, por ejemplo la agricultura o alguna otra actividad.
“Tlaxcala en un estado con clara herencia agrícola que se mantiene hasta nuestros días, pero que se entremezcla con la modernidad. Es decir, este tipo de manifestaciones culturales se crea y recrea con respecto a la dinámica social de cada comunidad, y es esta misma comunidad la que establece una integración a partir de la danza en aspectos como la relación de parentesco, valores, creencias o relaciones de género.
Lo anterior, abunda Rafael, se refleja en este video documental, que es un breve registro de sólo cuatro danzas, de muchas más que se conservan vivas en otras comunidades del estado de Tlaxcala, pequeño en su extensión geográfica pero vasto en su herencia cultural.
“Las danzas no sólo deben verse desde una concepción estética en cuanto a su estructura o conformación, sino también como una forma de lenguaje, que nos explica de manera simbólica el comportamiento cultural de la comunidad, estado o nación que la ejecuta. Es importante el conocer y reconocernos como sociedad a través de sus tradiciones, a través de los usos y costumbres de pueblo tlaxcalteca, para así reforzar la identidad y valores que se han forjado de generación en generación”.
Añade que “este es un primer acercamiento a estas danzas y esperamos que en un futuro continuemos visitando las comunidades, conociendo sus danzas así como registrar otras manifestaciones culturales y sociales, reforzando como ya lo dije el sentido de pertenencia”.
La presentación del video-documental “Danzas Vivas de Tlaxcala” se llevará a cabo el próximo jueves 26 de marzo de 2015, en punto de las 19:00 horas en la explanada del Museo de Arte de Tlaxcala, ubicado en Plaza de la Constitución número 21 Colonia Centro, Tlaxcala. Al ser la presentación en un espacio abierto, se espera una nutrida participación, considerando que no tiene costo alguno, comenta Rafael.