Lunes, abril 15, 2024

Dedos. Todos ¡Si, todos! Son hijos del dedazo o del dedito.

Dedos. En la década de los 60s del siglo pasado, la cadena de televisión CBS transmite una serie titulada The Munsters. En México el canal 5 los presenta como “La familia Monster”. Uno de los personajes es una mano cortada que corre, por toda la casa, sobre sus 5 falanges. Era un animal doméstico. Le llamaban Dedos.

La política electoral en México y Tlaxcala convierte al Dedos en el protagonista principal del proceso de selección de candidatos. El dedito de López Obrador fue el primero en designarse a sí mismo. Luego el Dedazo de Peña Nieto apunta a José Antonio Meade. Y en el PAN el dedo del joven maravilla está en espera de señalarse a sí mismo.

En fin, que lo que más se critica al PRI se convirtió en cultura política. En ninguno de los partidos, frentes o coaliciones se impulsa un proceso democrático, abierto, transparente para elegir a quien debe competir por la presidencia de la república. Todos ¡Si, todos! Son hijos del Dedazo.

Tlaxcala no es la excepción. En Morena, el dedito ya designo a los coordinadores estatales y distritales que se convertirán en candidatos a diputados federales y senadores. En el PRI, el recién destapado candidato hará uso de sus dedos para nominarlos. Y en el Frente Ciudadano por México serán 3 Dedos los que decidan.

Los partidos, frentes y coaliciones muestran el pavor que le tienen a la ciudadanía. Se rasgan las vestiduras criticándo viejos rituales del PRI, pero los adoptan porque no quieren ceder un ápice de su poder. A los electores les dejan la oportunidad de confirmar las decisiones que toman las cúpulas. Esa mano cortada llamada Dedos.

Dedos. Todos ¡Si, todos! Son hijos del dedazo o del dedito

Las alternancias no fueron un ejemplo de democracia. Las cúpulas de los partidos, pero particularmente los gobernadores reprodujeron la práctica del Dedos, magnificada. No había un solo puesto de representación popular que no pasara por los Dedos de la mano del gobernador.

En el PRD, Sánchez Anaya crea y promueve a un nuevo grupo político que ubica primero en la administración pública y después en la representación popular: Minerva Hernández, Vicente Castellanos, Gelasio Montiel, Maricarmen Ramírez, los hermanos Olivares, Eduardo Medel, Víctor Briones, Antonio Rosas, Miguel Arroyo, Felipe Sánchez, etc.

En el PAN, Ortiz Ortiz cobija y protege a los hijos políticos de la exgobernadora Paredes Rangel, entre otros: Enrique Padilla, Víctor Hugo Cahuantzi, Edilberto Sánchez, Cesar Carbajal. A los que suma sus propias extremidades: Antonio Velázquez, Orlando Santacruz, Alex Ortiz, Felipe Morales, Enrique Cervantes, Irma García, Javier Ramírez etc.

En el PRI González Zarur impulsa el surgimiento de una nueva generación entre las que destacan Marco Mena, Ricardo García, Mariano González Aguirre, Anabel Alvarado, Sandra Corona, Sinahí Parra, Rosalinda Muñoz, Albino Mendieta, entre otros. Todos, perredistas, panistas y priistas hijos del dedazo.

El monárquico Dedos

En 1998, el priista Sánchez Anaya entra al palacio de gobierno disfrazado de emperador con los colores amarillo y negro del partido del sol Azteca. Integra un gabinete en el que se distinguen tribus protagónicas: “cambio hacia la democracia”, “perritos tlaxcaltecas”, “opositores” y aliados.

La cultura del dedazo se manifiesta desde el primer momento en que Sánchez Anaya decide, por sobre el partido, los nombres de quienes compiten como candidatos a las diputaciones federales y las senadurías en 2000. Ahí cuela a su esposa, a la que va a perfilar como su sucesora.

Al final del sexenio y teniendo en cuenta los coqueteos que desde Los Pinos hace Martha Sahagún de Fox, Sánchez Anaya impone a Maricarmen Ramírez como candidata al gobierno del Estado. La estructura del PRD y otras voces expresan su descontento, pero la mano se mantiene firme.

“No voy a solicitar licencia, ni mi esposa renunciará a la candidatura del PRD a la gubernatura, estoy dispuesto a pagar los costos políticos que ello implique”. El Dedos Monárquico había ocupado las diputaciones federales con Minerva Hernández (2003), candidata a la gubernatura en 2010 y hoy distinguida PANista.

El Dedos amputado por el presidente Calderón

Los albiazules ponen en oferta la PANadería y la compra Héctor Ortiz, quien abre las puertas de la segunda alternancia. El gobierno se integra con cuatro grupos: Los hijos del paredismo, los fantásticos, los universitarios y los aliados de la izquierda.

La formación política del Dedos se hace manifiesta en la elección federal 2006, se cede el paso a los aliados panistas: Alejandro Aguilar y Adolfo Escobar, pero 3 años después el espacio es para puros dedos chiquitos: Oralia López, Julián Velázquez y Perla López.

La elección local 2007 es el mejor ejemplo de la fuerza del Dedos ¡El PRI no logra una sola diputación de mayoría! La mano solo deja entrar al recinto legislativo a: Edgar Carvajal, Víctor Hugo Cahuantzi, Florentino Flores, Damián Mendoza, Jaime Cuapio –por cierto, su suplente era la actual secretaria particular del gobernador Marco Mena Eladia Torres-, Antonio Murias, Edilberto Sánchez, Sonia Rodríguez, Orlando Santacruz, Delfino Suárez, Felipe Morales, Enrique Cervantes, Irma García y Javier Ramírez.

La mano le es amputado el dedo por el Dedo presidencial al decidir la candidata en 2010. Felipe Calderón determina que sea Adriana Dávila, quien pierde, a pesar de que declina por ella, la candidata del PRD Minerva Hernández. Y vuelve a perder en la elección 2016. Lo que se explica porque el Dedos presidencial fue amputado.

El Dedos es tricolor

En 2010 no hay problema para reconocer la autoría del Dedos, es tricolor. El regreso del PRI al palacio de gobierno, lo hace de la mano de 4 grupos. Las alternancias les dio por repartir el pastel asumiendo que eran gobiernos de coalición. La experiencia muestra que la mayor parte de los gabinetes fueron “floreros”.

El Dedos aparece y desaparece como parte de una estrategia, en 2012 pierde 2 de las 3 diputaciones federales y las 3 senadurías. En la elección local de 2013 es derrotado en las principales presidencias municipales. Recupera el congreso local en 2013 y se mantiene en 2016. Las diputaciones federales vuelven en 2015. ¡Puro dedazo!

La prueba más importante del Dedos –autoría tricolor- es la candidatura al gobierno del Estado. La tesis de que Gobernador no deja gobernador, se repite incansablemente. Se hace una pasarela con 5 precandidatos. La disputa solo fue entre los dedos de la mano del gobernador.

La competencia inicia abajo, 2 semanas antes de la jornada electoral, se logra el empate técnico. Los números están en el margen de las preferencias de las candidatas del PRD y del PAN. Al final se da el brinco. Marco Mena es confirmado como ejecutivo local por un periodo de 4 años y 8 meses.

Dedos. Una mano cortada recorre todos los partidos

El Dedos mantiene gran vigencia. Las elecciones han hecho surgir gobiernos de coalición. Eso hace que los políticos que aspiran a ocupar una posición en la competencia electoral 2018. Se reconozcan como hijos del Dedos. Militantes chapulines del PRI-PRD-PAN.

En Frente Ciudadano por México (FCM) suspiran porque el Dedos los señale. En el PRD Alberto Amaro, Gelasio Montiel, Santiago Sesín, Adrian Xochitemo. Por el PAN: Minerva Hernández, Guadalupe Sánchez, Aurora Aguilar, Humberto Macías y Juan Corral.

El dedito de Morena ya dejó constancia de su actuación: Ana Lilia Rivera y José Antonio Álvarez Lima para senadores. José de la Luz Sosa Salinas, Rubén Terán y Lorena Cuellar para las diputaciones.

En el PRI es donde más sufren con el Dedos. Se perfilan como candidatos a senadores Ricardo García Portilla y Anabel Alvarado. En las diputaciones: Mariano González, Florentino Domínguez y Sandra Corona. Aunque aquí, el dedo chiquito tendrá que decidir 15 diputaciones locales, salvo los que busquen la reelección.

El discurso de que la sociedad está cansada de que las cúpulas partidistas decidan. No queda más que en las declaraciones. Todos, sí todos los competidores de la madre de todas las elecciones, 2018. Han levantado un monumento al Dedos. Son los Dedos de las cúpulas los que deciden candidatos.

La democracia nos hace iguales y no admite discriminación. Lo mismo vale el voto del hombre más rico que el del más pobre. Como Moisés, que a una señal abre las aguas del mar rojo. Así el Dedos hace la diferencia entre designación y elección.

El Dedos no es patrimonio priista es cultura política del PAN-PRD-MC-PS-PANAL-PAC. Todos ¡Si, todos! Son hijos del dedazo o del dedito.

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