En protesta contra siete feminicidios perpetrados en lo que va de 2018, desapariciones y el problema de trata de personas con fines de explotación sexual, así como la exigencia al gobierno estatal de la declaratoria de alerta de violencia de género y la aplicación de acciones contundentes para frenar cualquier tipo de violencia contra la mujer, Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) y activistas marcharon la tarde de este jueves en la capital del estado, como parte de la iniciativa Paro Internacional este 8 de marzo.
Con las consignas “Ni una más, ni una asesinada más” y “El feminicidio es real y es emergencia nacional”, partieron de Las Escalinatas hacia Palacio de Gobierno. En el trayecto realizaron cinco paradas durante las cuales el tráfico fue interrumpido.
El contingente arribó a la explanada de la Plaza de la Constitución, frente a la oficina del secretario de Gobierno, Tito Cervantes Zepeda. El área estaba acordonada con cintas amarillas de advertencia de precaución, en señal de resguardo de varias siluetas de personas marcadas con gis blanco en el piso, simulando la escena de un crimen.
Las y los activistas detuvieron su paso frente al despacho del gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, donde colocaron un altar en memoria de las mujeres asesinadas en lo que va de este año. Formaron una cruz con veladoras en color blanco y las encendieron.
Tapizaron el suelo con cruces de cartulina negra y nuevamente hicieron trazos de cuerpos femeninos. Allí, Rosario Texis, del Colectivo Feminista de Tlaxcala, resaltó que cada año las OSC salen a alzar la voz y a decir que el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, “no es una celebración”, sino la conmemoración de la exigencia de derechos, de acceso real a la justicia y de garantía de vida y libertad.
Requirió alto a los feminicidios, derechos laborales para trabajadoras del hogar y protección integral a mujeres migrantes, así como a niñas y adolescentes. Además, la despenalización del aborto para evitar muertes por interrupciones de embarazos practicados de manera clandestina.
Las participantes levantaron las manos en señal de paro y contra la violencia y los asesinatos. Una representante del Centro “Fray Julián Garcés” fijó postura y externó la preocupación de esta OSC por el agravamiento de la situación, por lo que pidió medidas urgentes para frenar el delito de trata de personas, ya que en nueve años se extendió a 40 municipios de la entidad.
Una integrante del Colectivo Esto No es un Simulacro acentuó que el problema “se ha salido de control”. Exigió a Tito Cervantes y a la diputada Guadalupe Sánchez Santiago que asuman su responsabilidad, en lugar de decir que la alerta de violencia de género dañaría la imagen de Tlaxcala.
Demandó interés, compromiso y uso de herramientas públicas para reducir la violencia de género en la entidad. Al final, las y los activas colocaron en el piso sus carteles, como “regalo” al mandatario para que se dé cuenta de cuántos eran, “por lo menos en foto”.