Derivado de los problemas de inseguridad que ambas entidades comparten, los gobiernos de Tlaxcala y Puebla signaron el Convenio Marco de Coordinación y Colaboración de las Áreas y Temas Comunes, a efecto de reducir la violencia y blindar a sus territorios, así como para atender la contaminación de la cuenca Atoyac-Zahuapan, la afectación del Parque Nacional Malinche y problemas de la IV Zona Metropolitana.
El pacto fue sellado con un apretón de manos entre el priista y anfitrión, Marco Antonio Mena Rodríguez, y el morenista Miguel Barbosa Huerta, en Palacio de Gobierno de Tlaxcala, donde tras la firma se desarrollaron mesas de trabajo en cada unas de las temáticas, con la participación de funcionarios públicos de ambos estados.
Mena Rodríguez, mandatario tlaxcalteca, refirió que esta entidad no presenta una incidencia delictiva alta, comparativamente con otras de la República mexicana, pues actualmente se ubica en el segundo lugar con la más baja.
“Sin embargo, nuestro reto no es solo tener menos ilícitos sino reducir la violencia en ambos estados, lo cual requiere tomar medidas muy concretas en torno a delitos y lugares específicos donde se tienen problemas. El trabajo conjunto en la mesa correspondiente va a ser muy importante no solamente para intercambiar información sino para coordinar esfuerzos de carácter operativo”, apuntó.
En tanto, José Aarón Pérez Carro, titular de la Secretaría de Gobierno (Segob) de Tlaxcala, precisó que en cumplimiento a los acuerdos de la reunión celebrada el 29 de agosto pasado en la capital poblana, se firma este convenio y que en la mesa en la que se abordaría el tema de seguridad y procuración de justicia, se establecerían varios puntos.
Uno de ellos es el de la coordinación operativa entre las corporaciones de ambos estados, el intercambio de diagnósticos e índices delictivos, así como de información de inteligencia para la prevención y combate del delito.
Al respecto, el poblano Luis Miguel Barbosa puntualizó que la inseguridad es la que los lleva a tomar todas las decisiones porque es transversal. “Yo quiero blindar Puebla mediante acuerdos en materia de seguridad pública con los gobiernos de los estados colindantes”.
Acentuó que si bien Tlaxcala tiene condiciones satisfactorias en la materia, “también hay algunas figuras delictivas que se le han crecido; nosotros tenemos mucha complicación”.
Por tanto, señaló que se plantea la ejecución de operativos conjuntos, retenes fijos o movibles, pero que todo depende de la decisión que se tome en las mesas de trabajo. Resaltó la necesidad de compartir información de inteligencia y judicializar casos específicos contra personas y asuntos generales para actuar coordinadamente.
Expuso que en esta región hay condiciones geográficas “caprichosas” para la movilidad de la población en las delimitaciones territoriales, ya que propician el paso de una entidad a otra con facilidad, lo cual es aprovechado por la delincuencia para evadir a la ley,
Asimismo, ambos mandatarios reconocieron que tanto Puebla como Tlaxcala no han atendido de manera integral el problema de la contaminación del río Atoyac-Zahuapan, pues hasta ahora ha sido dispersa y parcial, por lo que se requiere un plan de acción único para resolverlo.
Barbosa Huerta admitió que es un asunto de “enorme complejidad” y que debido a esa dispersión no ha tenido los efectos. Advirtió que mientras continúe el deterioro del cauce, de nada servirán las inversiones públicas, por eso será creado un solo proyecto para limpiarlo y lo presentarán ante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien “ha empeñado su palabra en apoyarnos”.
En este sentido, Marco Antonio Mena abundó que durante muchos años ambos estados han realizado esfuerzos para mejorarlo y que algunos esfuerzos han sido de mayor resultado y magnitud que otros, principalmente en materia presupuestal, pero que es necesaria la perspectiva conjunta e integral.
“Estamos de acuerdo en trabajar con el gobierno federal” y poner todo el empeño y posibilidades presupuestales para las medidas de mejorar las condiciones, no solo con acciones aisladas, añadió.
Mientras que en el tema de la Malinche, de la cual 70 por ciento corresponde a Tlaxcala y el resto a Puebla, subrayó que es “un gran parque nacional que por parte de nosotros los poblanos, lo hemos descuidado”.
Ofreció que su administración pretende la reforestación de ese porcentaje y “vamos a ir a su rescate para que pueda tener las condiciones de belleza y de riqueza que tuvo”.
Mena Rodríguez recalcó que este parque nacional es signo de orgullo y de identidad. “Nos esforzamos cotidianamente para que esté en mejores condiciones cada vez”.
Respecto del asunto metropolitano, el mandatario poblano explicó que la Federación reconoce dos franjas para la entidad que gobierna. Una de ellas es la que comparten San Martín Texmelucan, Tehuacán, la propia ciudad capital y algunos otros municipios con el estado de Tlaxcala y es el área más importante.
Con este contexto, precisó la relevancia de abordar asuntos de movilidad, de desarrollo urbano y humano, además de otros que permitan mejorar las condiciones de vida.
El gobernador tlaxcalteca realzó que la relación entre los dos estados es tan importante como compleja en esta IV Zona Metropolitana que es la más grande del país y en la que hay un intenso vínculo económico, de flujo de personas y mercancías, así como convivencia comunitaria y social.
Luis Miguel Barbosa consideró que este vínculo es absolutamente necesario “para que nos vaya mejor” como estados, como gobierno y como sociedad, y que está basado en la identificación de estos temas troncales.
El gobernador poblano mencionó que los equipos de ambos estados han realizado trabajos, por lo que no inician de cero y ya registran avances. En tanto, el mandatario de Tlaxcala asentó que este mecanismo de coordinación va a tener un beneficio para la población de ambos territorios.
Este convenio surge de una reunión previa en la que los dos acordaron ir más allá del trabajo conjunto para ser efectivos, mediante un mecanismo que no sea protocolario sino práctico y eficaz sobre temas específicos para lograr medidas concretas, añadió Mena Rodríguez.
“Yo le doy la mano al gobernador Marco Antonio Mena en símbolo de mi decisión de marchar juntos… me siento satisfecho de la voluntad encontrada en el gobierno de Tlaxcala”, dijo Barbosa Huerta. En correspondencia, su homólogo también le extendió su mano “más afectuosa, amistosa y de compromiso institucional”.
Antes, Fernando Manzanilla, titular de la Secretaría de Gobernación de Puebla, explicó que en un mes más, nuevamente sesionarán estas mesas en la entidad vecina, y también lo harán en noviembre, en Tlaxcala, para consolidar avances e informen de resultados del primer trimestre de trabajo. En diciembre, antes de fin de año, sostendrán un encuentro adicional los dos mandatarios estatales.
Por su parte, Lorena Cuéllar Cisneros, delegada estatal de Programas de Desarrollo Integral del gobierno federal, ofreció coadyuvar en las acciones necesarias para este propósito en común. “Cuenten conmigo señores gobernadores”. Abundó que era necesario que los gobiernos de ambos estados asumieran una posición similar para atender la problemática, pues los retos son grandes al igual que la voluntad para superarlos.