Andrés Caballero Macuitl aspira a lograr el reconocimiento de su trabajo a través de la creación de un estilo dentro del mundo del diseño de prendas, pues asevera que diseñar, cortar, coser y bordar es lo que más le gusta y el apasiona.
“Mi anhelo más grande es que algún día digan que existe el estilo San Andrés Milano o Andrés Caballero”, expresa este joven originario de Santa Apolonia Teacalco y quien busca abrirse paso en el mundo de la moda en Milán, Italia.
Andrés Caballero radica en esa ciudad europea desde el año 2005 de manera permanente y vino a Tlaxcala en octubre de 2016 para pasar la temporada de Todos Santos y además, sin proponérselo, estableció contacto con las autoridades estatales para que apoye la promoción de productos artesanales elaborados en esta entidad para su comercialización en otras latitudes.
Este modisto o costurero, como Andrés Caballero se autodefine, aunque la carrera de estudio es Diseño de Modas, ya ha creado la marca San Andrés Milano a partir de sus diseños de abrigos y vestidos de cóctel, algunos de ellos diseñados para la cantante italiana, Laura Pausini.
Algunas de sus satisfacciones personales es haber formado parte del calendario oficial de la moda de Italia, en el que compartió espacios con marcas como Armani, Prada, Gucci, Salvatore Ferragamo y Etro, por citar algunas.
“Obviamente no puedo competir en este momento a esos niveles, pero ya estoy ahí, ya es un granito de arena, como ser humano y profesional es una gran satisfacción y soy el único mexicano que ha aparecido en el calendario de la moda italiana”, expresa con orgullo Andrés Caballero.
Andrés estudió la secundaria y preparatoria en la escuela franciscana García de Cisneros en Cholula, Puebla.
“La moda en ese entonces yo no la consideraba como una carrera, veía el diseño, pero no sabía qué tipo de carrera se tenía que estudiar, no sabía cómo hacerlo, había muchos tabús y tengo la fortuna que cuando estudié la preparatoria conocí a la maestra Guillermina Hermosillo, de la materia de Diseño de Arte, que estaba muy apegada a la moda. Ella me dijo que veía que tenía aptitudes para el diseño de modas, se ofreció a guiarme, a llevarme a conocer diferentes escuelas, incluso ella viajaba mucho a Europa y podía llevar mis diseños para checar si gustaban o no”, rememora.
Fue en el último año de la preparatoria cuando se dio la “incubación y me metió el gusanito de que tenía que salir de Puebla y de mi entorno, ir por grados, ir escalando, la idea me agradó mucho, me llevó a ver lo que no conocía, decidí en 1999 estudiar en la Universidad Jannette Klein, que está en la colonia del Valle de la Ciudad de México, la carrera de Diseño de Modas”.
Ahí descubrí que detrás de la moda hay realmente una industria, para mí antes era sólo diseñar vestidos, pero en realidad no sabía qué tipo de industria existía detrás y que era una carrera que me permitiría viajar, conocer más cosas y, sobre todo, que era una profesión.
La carrera de realizó por periodos, porque al año que llega a la universidad le dieron una beca para ir a estudiar a Milán, Italia, en 2000. Le dieron un lapso para hacerla válida, pues debía ahorrar dinero y aprender italiano. Se fue en 2001, sin terminar la carrera en México.
Al llegar a Milán se enamoró de la infraestructura de la ciudad, de la moda, pues es la capital de la moda mundial. Fue a hacer un curso de especialización en diseño de modas.
Al terminar el curso, regresó a México a concluir la carrera. No obstante, Andrés Caballero viajaba constantemente a Europa porque ya había creado lazos para ir y venir. Empezó a tener proyectos en México, pues estudiaba y trabajaba para otros diseñadores a la vez, a pesar de que le daban poco salario, pero su intención era aprender.
En 2003 obtuvo otra beca para estudiar en la Universidad American Academy en París. En Milán fue al Instituto Marangoni.
En París, Andrés Caballero hizo una especialidad en alta costura y luego fue a Londres para estudiar inglés y después regresó a México para trabajar en un taller, pero llegó el momento en que tenía la idea de regresar a Europa a trabajar, así que cerró su taller en México y se fue a vivir definitivamente a Milán en 2005.
–¿Qué haces en Milán desde 2005?
–Ahí se detonó una cosa de suerte porque conocí a mi socio que es Alexandro Monetta, quien decidió apoyarme a invertir en mi marca. Allá había trabajado haciendo los típicos servicios en empresas, me dedicaba al diseño, a crear la prenda y comercializarla, pero cuando me encuentro en un periodo que ya no me contratan y se me estaban acabando los ahorros, dije que era el momento de crear una pequeña marca, fue la opción que vi más viable e irónicamente, sin pensarlo, dije lo voy a hacer, pase lo que pase, al final de cuentas sé hacer de todo y lo voy a tener que hacer.
La marca la presentó en una pequeña feria de Milán y su socio desde un principio creyó en el proyecto, funcionó desde la primera colección, se vendió a tiendas departamentales de Japón y ha ido creciendo poco a poco.
“Empecé en la casa trabajando en un pequeño espacio y a los seis meses que tuve mi primera orden y vi un ingreso, me cambié a un taller y me establecí con todas las de la ley. Fueron seis años de trabajar mucho con el proyecto, fortalecer la parte comercial, crear lazos con otras personas para la distribución y en 2012 me cambia totalmente el panorama cuando entro a un concurso que llama Who’s on Next que organiza la revista Vogue, una de las más importante de modas a nivel mundial”.
En este concurso seleccionaron a seis diseñadores, entre ellos el trabajo de Andrés, lo que le permitió que sus diseños tuvieran una amplia visibilidad en Europa, contactos con revistas de nivel internacional, a pesar de que ya había hecho varios trabajos con la Cámara Nacional de la Moda, pero era para pequeñas empresas, para diseñadores nuevos.
–¿En qué momento se encuentra tu empresa?
–Han sido pasos poco apoco, a raíz del concurso me invitaron a desfilar a la Fashion Week de Roma, que se llama Alta Roma, donde han desfilado Valentino, los más grandes diseñadores del mundo. Desfilé cuatro estaciones y, al mismo tiempo, hice acuerdos con diferentes espacios que se llaman Show Rooms, donde literalmente muestras las prendas porque asisten compradores de diferentes partes del mundo y si les gustan, las compran, así he podido vender en tiendas departamentales, boutiques o select shops de diferentes países.
También Andrés Caballero ha desfilado otras cuatro estaciones en Milán y actualmente distribuye prendas en alrededor de 30 países, no a tiendas de mono marcas, sino a select shops que las introducen en boutiques o tiendas departamentales.
–¿Qué es para ti la moda?
–La moda es el reflejo de la sociedad, te ayuda a transmitir, sin palabras, todo lo que tú eres. Es muy importante la moda en la sociedad porque puedes ver en los pueblos antiguos sus prendas y pensar cómo vivían, qué colores era sus requerimientos y sus estándares de economía.
Su marca está reconocida por los abrigos que en invierno son muy apreciados porque trabaja con materiales muy nobles como la lana, el moer, alpaca, la lama, el camello, son prendas con una cualidad de tela muy alta y también de confección y de diseño. También diseña vestidos de ceremonia, no de boda, sino de exclusividad, en el sentido de que es un vestido que se puede usar para determinados eventos, no es un vestido del diario, son prendas de cóctel, pero que son versátiles y que se pueden utilizar en el día o en la tarde.