 28 de octubre desde que el crimen se cometió.){kind=link}
Pocos minutos después de que la ejecución de Meztli Sarabia Reyna fue dada a conocer por esta casa editorial, en las redes sociales se desató una campaña desinformativa perfectamente coordinada con bots con descalificaciones y mentiras para desacreditar a la víctima y a la organización a la que perteneció.
Se trató de una estrategia que los community managers y expertos analistas en redes sociales suelen llamar de “viralización en cuatro escenas”, porque considera sendos número mensajes en una misma línea discursiva.
Por principio de cuentas ayer, luego de publicada la nota del ataque a Meztli Sarabia, los bots publicaron que ella era narcomenudista, ese fue el “la primera escena”; el segundo vino cuando se supo el contenido de la pancarta con las amenazas a la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) y a su líder, Rubén Sarabia Sánchez Simitrio y entonces las cuentas programadas en twitter y facebook acusaron a la organización y a la familia Sarabia de ser extorsionadores. Esa fue la “segunda escena”.
La “tercera escena” ocurrió en paralelo al inicio de la marcha que la 28 de Octubre hizo del mercado Hidalgo hacia Casa Aguayo, sede de la Secretaría General de Gobierno (SGG); en twitter y facebook principalmente se enviaron mensajes arrobando o etiquetando a medios de comunicación y periodistas, advirtiendo que los comerciantes iban a causar violencia:
“Aguas, todos los que anden por la Capu y sus alrededores y cerca del Centro, los de la 28 van para alla (sic) y estan (sic) muy encabronados por lo del asesinato de su compañera; van con armas y van a disparar a quien se les ponga en frente, mejor no salgan”, fue, por ejemplo, una de las mentiras diseminadas.
La “cuarta escena” se consumó por la tarde, cuando ya la movilización de la 28 de Octubre había culminado. La campaña negra en contra de la organización prosiguió pero ahora usando las plataformas de mensajería directa, particularmente en la más popular –whatsapp–, pero esta vez los mensajes tenían el propósito de desalentar la visita de clientes a los mercados en los que trabaja la UPVA.