Un contrarrelato sobre el gran relato de lo nacional. Una lectura sobre cómo el arte contemporáneo ha abordado la crisis social y política de este país. Una muestra que no es representativa de una colección particular, sino más bien de lo que puede generar un conjunto de obras que dialogan entre sí.
En total, 58 obras de 34 artistas insertos en la Colección de arte contemporáneo del Museo Amparo, que fueron seleccionados por las curadoras Amanda de la Garza y Cecilia Delgado como parte de la exposición Lecturas de un territorio fracturado.
Durante una rueda de prensa, las curadoras explicaron que la lectura se hace a partir de cinco ejes temáticos: Alegoría, Narraciones escritas, Noción de territorio, Ruina contemporánea y Economías de la representación.
A través de estos ejes, señaló Amanda de la Garza, se explora la forma en que los artistas han abordado y han expresado la realidad. Si bien dijo que no hay hitos específicos de la historia contemporánea, sí queda evidencia de momentos como los feminicidios en Ciudad Juárez ocurridos a inicios del siglo XXI o las luchas sociales indígenas como Cherán.
“Es algo más general, tiene que ver con la deconstrucción del mito fundacional, de la crisis social y política, y la manera en que se ha agudizado, siendo un motor que ha influido en la producción artística”, señaló De la Garza.
Ha sido, apuntó Cecilia Delgado, una forma de pensar en la problemática que ha implicado la representación, la forma en que los creadores han dilucidado las estrategias del arte contemporáneo.
La muestra –continuó– no es lineal sino que reúne diversas marcas generacionales que debaten con argumentos lo que ha implicado el proyecto de crisis del Estado desde el Muralismo.
Delgado acotó que en ella se reúnen distintos medios –pintura, ensambles, ready made, video o instalación– que generan atmósferas y dan cuenta de la riqueza del lenguaje del arte. “Son aspectos de la condición crítica que el arte contemporáneo ha visibilizado”, sostuvo.
En suma, Cecilia Delgado consideró que Lecturas de un territorio fracturado constituye Un contrarrelato sobre el gran relato de lo nacional.
Las colecciones permanentes marcan la historia: Martínez
A partir de este sábado 22 de julio a las 12 horas, con una charla entre las curadoras, abrirá esta exhibición que representa la primera ocasión en que el museo revisa su colección para sacar a la luz obras que ha adquirido en los últimos siete años y que, incluso, no habían sido mostradas.
El director del Museo Amparo, Ramiro Martínez, señaló que desde su fundación hace 26 años, el museo comenzó con el coleccionismo de obra, sobre todo del periodo Colonial–Siglo XIX. Continuó que no fue sino hasta hace siete años que los esfuerzos se enfocaron hacia el arte contemporáneo, particularmente al mexicano. Por tanto, dijo que esta colección constituye uno de los tres pilares, al lado del acervo Prehispánico y Colonial–Siglo XIX, del museo.
Agregó que una de las visiones del Museo Amparo ha sido la de hacer un registro histórico del presente, algo que solamente se logra con las colecciones permanentes, que “marcan nuestra posición dentro de la historia”.
“Saber a futuro qué es lo que pasaba, es trabajar con la obra del momento. Algo que además permite hacer esta relación entre el arte prehispánico y el colonial, para ver que los estudios no están terminados y se siguen edificando historias”, dijo Ramiro Martínez.
Sostuvo que para un recinto como el Museo Amparo, es fundamental adquirir obra no solo para coleccionar, sino para investigarla. En ese sentido, señaló que “la idea es crear un programa para que el acervo sea accesible y paralelo a los programas educativos” del propio recinto. Concretó que por ello un objetivo del museo es abrir una sala con una exposición semipermanente de arte contemporáneo mexicano.