El principal elemento para considerar que sí se trata de un complot el recorte de 60 por ciento de prerrogativas estatales a Morena dictado por el tribunal electoral local es que a los partidos que este jueves fueron sancionados se les trató con dos raseros diferentes, para que de esa manera se pudieran acomodar las faltas de acuerdo a los intereses políticos del ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.
La intención de quitarle 13 millones de pesos de financiamiento para actividades ordinarias en el presente año al Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) –que encabeza a nivel nacional Andrés Manuel López Obrador—tiene como propósito evitar que esta fuerza política en Puebla pueda crear estructuras electorales eficientes, es decir organizar a sus cuadros para que puedan cuidar casillas, realizar labores de promoción del voto y de colocación de propaganda.
El punto donde flaquea Morena en Puebla es que no ha podido consolidar sus estructuras electorales tal como lo hacen el PRI y el PAN, que tienen grupos cohesionados y bien organizados para evitar –o cometer– fraudes en las casillas el día de los comicios y al mismo tiempo logran garantizar los sufragios de los simpatizantes.
Ante la expectativa de que Morena el próximo año se puede convertir en una fuerza política hegemónica en el estado, pues hay muchas posibilidades de que se repita un resultado similar al de 2012, en que Andrés Manuel López Obrador arrasó en la votación de la contienda presidencia, el morenovallismo ha emprendido una estrategia para evitar que crezca la estructura organizativa de Morena. En ese tenor se inscribe el fallo dictado ayer por el Tribunal Estatal Electoral de Puebla (TEE).
Este jueves el TEEP emitió sanciones contra Morena, el PVEM, el PT, el Partido Movimiento Ciudadano (PMC) y el Partido Encuentro Social (PES), con quienes aplicó dos raseros diferentes, para que hubiera castigos de acuerdo a los intereses del morenovallismo.
Al PES, que es una fuerza política identificada con las comunidades cristianas y el PRI, le quitaron financiamiento público porque en la elección de gobernador del año 2016 no alcanzó un resultado superior a 3 por ciento de la votación global de la contienda. Visto de esta manera, perece justificada la sanción.
Pero al analizar el caso de Morena, le reducen de 22 a 9 millones de pesos el financiamiento para actividades ordinarias debido a que no estuvo en el estándar de obtener más de 3 por ciento de la votación global del año 2013, cuando para esa fecha el partido todavía no tenía registro.
¿Por qué al PES lo evalúan con el resultado de 2016 y a Morena con el de 2013? La respuesta es: para dañarlos a como dé lugar, ya que no es algo lógico que para ello se utilicen dos parámetros diferentes.
Si a Morena le hubieran tomado en cuenta su votación de la contienda de 2016 era claro que no habrían podido reducirle su financiamiento, ya que en ese año esta fuerza política no solo debutó –a nivel local–, sino que incluso rebasó a otros partidos, como el PRD, el PVEM y el Panal.
Lo que importaba era quitarle dinero a Morena; es lo único que puede explicar el uso de resultados de dos elecciones diferentes.
Otra inconsistencia es que al Partido Movimiento Ciudadano lo dejaron sin financiamiento como sanción porque el año pasado no presentó candidato a la gubernatura, ni contendió en la elección de renovación de la titularidad del Poder Ejecutivo.
Lo atípico de este asunto es por qué a Morena le calculan el monto de su financiamiento con base al resultado electoral de 2013 y a PMC con el de 2016.
El fondo de este asunto es que se buscó dañar a como diera lugar a Morena.
Que en el TEEP en lugar de hacerse justicia, se hace política electoral.
Y que la estrategia morenovallista para intentar frenar el avance de Andrés Manuel López Obrador, ha encontrado eco en los magistrados del Tribunal Estatal Electoral de Puebla.