Jueves, abril 18, 2024

Seguidores de Ulises Ruiz lo abandonan por mostrar cercanía con Mario Marín

Destacamos

El ex gobernador de Oaxaca y líder nacional de la agrupación Democracia Interna del PRI, Ulises Ruiz Ortiz, vivió ayer un día muy gris y frío en Puebla, no por las condiciones climatológicas, sino porque los seguidores de su movimiento le dieron la espalda, decidieron no acompañarlo en las actividades que tuvo en la capital poblana por una razón muy sencilla: porque quien estuvo atrás de su breve gira fue el ex gobernador Mario Marín Torres.

Los seguidores de Ulises Ruiz fueron convocados de última hora a acompañarlo a una rueda de prensa que ofreció –este martes– en la capital poblana a una serie de entrevistas en medios de comunicación y una comida con grupos del PRI que se realizó en una ex hacienda, pero cuando se enteraron que todas esas actividades habían sido organizadas y programadas por priistas cercanos a Mario Marín, se desistieron de participar en los actos del ex gobernador de Oaxaca en una clara muestra de rechazo al ex mandatario poblano.

El malestar es tan grande que podría llevar a quienes han estado participando en el movimiento Democracia Interna, el cual pugna por una democratización interna del PRI, mejor se aparten del proyecto de Ruiz Ortiz, por el enojo que causó la presencia de Marín y de Ramón Fernández Solana, quien es un político marinista.

Ulises Ruiz estuvo en Puebla el pasado 9 de agosto, en donde explicó ampliamente que su movimiento está exigiendo que los dirigentes y candidatos a puestos de elección popular del PRI sean electos por el voto de la militancia del partido. En esa ocasión exigió que en Puebla se audite el manejo de los fondos económicos del partido pues el gasto de ese dinero no se vio reflejado en la pasada campaña electoral.

Esas posiciones gustaron mucho entre diferentes sectores del priismo poblano, pues la mayor parte de las facciones del tricolor fueron excluidas en la pasada campaña electoral y están inconformes con el desempeño de Enrique Doger Guerrero, el ex candidato priista a la gubernatura, quien ha actuado a favor de los intereses del ex gobernador panista Rafael Moreno Valle Rosas.

Todo ese avance que había logrado Ulises Ruiz en meses anteriores, pero sobre todo en la visita del 9 de agosto, se podría derrumbar por la cercanía que mostró ayer con Mario Marín, quien había sido ajeno a las demandas de exigir que el PRI no siga siendo controlado por el grupo político del presidente Enrique Peña Nieto.

Se dice que Mario Marín anda urgido por regresar a la actividad política, de la que ha estado relegado en los últimos ocho años, como consecuencia de que Rafael Moreno Valle Rosas le prohibió desplegar actividades públicas a cambio de no iniciar en su contra procesos legales por supuestos actos de corrupción cometidos hace dos sexenios.

En el momento actual, Marín siente que ya  hay condiciones de poder recuperar su influencia en la política local.

Años atrás, cuando quiso volver a participar en la política activa, siempre que era detectado por el equipo de Moreno Valle le publicaban en la prensa local historias de actos de corrupción de lo que fue su fallido gobierno y entonces se espantaba, reculaba y regresaba a su ostracismo.

Ahora cree que la situación del estado es diferente, que puede recuperar su carrera política.

Por eso, ha buscado acercarse a grupos de Morena, a través del senador Alejandro Armenta Mier, quien en la Ciudad de México jura lealtad a Andrés Manuel López Obrador, pero en Puebla se pone bajo las órdenes de Mario Marín, quien fue y sigue siendo su jefe político.

Otro esfuerzo que hizo Marín fue orquestar el grupo Renovación, en el cual una treintena de ex dirigentes y ex candidatos priistas fustigaron –mediante un desplegado periodístico– el comportamiento colaborativo de Enrique Doger con el ex gobernador Moreno Valle.

Y otro intento es que ha buscado incorporarse al movimiento Democracia Interna de Ulises Ruiz, luego de que ambos coincidieron en ser gobernadores de sus respectivos estados casi en los mismos años.

Marín ordenó a Ramón Fernández Solana organizar la gira de ayer de Ulises Ruiz, en una serie de actividades en las cuales no asomó la cabeza el ex gobernador poblano, pero todo mundo supo que estaba atrás de la orquestación de la visita del ex mandatario oaxaqueño.

El problema es que la mayoría de los seguidores de Ulises Ruiz en Puebla son priistas que sufrieron la exclusión de Mario Marín cuando fue titular del Poder Ejecutivo, quien se destacó porque no compartía el poder con nadie que no fuera parte de su reducido grupo político.

Ante ese escenario, los seguidores de Ulises Ruiz pintaron su raya: prefieren abandonarlo que volver a sufrir el autoritarismo de Mario Marín.

Ultimas

Cumplirá el Festival del barrio de Santiago 10 años de ser un proyecto comunitario y barrial

Un festival de barrio, de suelo, pequeño y de procesos comunitarios. Así, es cómo se gestó y se ha...
- Anuncios -
- Anuncios -