Robo de gas LP en Puebla: Recomienda el Cupreder investigar causas

El Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder) de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), advirtió que se deben buscar las causas profundas de emergencias como la suscitada ayer, cuando una fuga de gas provocada por huachicoleros puso en riesgo a miles de personas en la capital estatal.

El organismo emitió un comunicado en el cual señaló que el origen de este tipo de problemas se encuentra en “la expansión de asentamientos humanos irregulares advertidos con o sin permiso de las autoridades correspondientes. No ha cesado el cambio de uso de suelo, permisos y autorizaciones que detonan el crecimiento urbano sobre ductos ya existentes y la ocupación de zonas no aptas para viviendas”.

Agregó que “en los últimos siete años se ha acelerado vertiginosamente el robo de combustible,  incluso dentro de las zonas urbanas, como fue este caso de la extracción u ordeña del ducto ubicado en camino a Tlaltepango y Villa Frontera, poniendo en riesgo a siete colonias y más de mil 500 familias evacuadas”.

“Hay insuficientes mecanismos de prevención por parte de Protección Civil en este tema, la falta de presupuesto y recursos, así como de la comprensión del fenómeno, lo que hace más compleja la capacidad de respuesta y operatividad ante una emergencia de este tipo”, indicó el Cupreder.

Apuntó también “la falta de acción por parte de los gobiernos estatal y municipal en el tema de robo de hidrocarburos y de gas L.P. mantiene vulnerable a la población que está asentada dentro de esta zona ya identificada como de robo. Este fenómeno ha permitido el asentamiento de grupos delictivos que operan y manejan esta actividad ilícita”.

“Es necesaria la pronta intervención de las autoridades competentes ante la inminente construcción del riesgo y lo que conlleva el robo de combustible, así como la revisión de los instrumentos de planeación y de prevención existentes en el municipio de Puebla y su zona metropolitana. Al no remediarse esta situación estamos los poblamos expuestos a un fenómeno recurrente”, señaló.

Alejandra López García, investigadora del centro, manifestó que existen otros factores que contribuyen a la configuración de un posible desastre, como es la actividad de las bandas del crimen organizado abocadas al robo de hidrocarburos en ductos de Pemex, las cuales evidentemente no cejarán en la ordeña clandestina y ante las que las autoridades de todos los niveles de gobierno parecen sumamente rebasadas.

También cuestionó si las autoridades están preparadas para enfrentar este tipo de asuntos y si la comunidad tiene la organización necesaria.

Contradicciones sobre el retorno

Ayer mil 200 familias que habitan en la zona norte de la capital fueron evacuadas por el riesgo de explosión que implicaba una fuga de gas provocada por una toma clandestina que llevaron a cabo huachicoleros.

No se reportaron lesionados y mucho menos muertos, y al filo de las 13 horas la mayoría de los evacuados comenzó a retornar a sus casas, luego de que el Sistema Estatal de Protección Civil, así lo indicó; sin embargo, casi a la par de la indicación oficial de retorno el Cupreder advirtió en un primer comunicado: “Es necesario que la zona afectada se mantenga sin habitantes hasta que los expertos hayan comprobado que el gas no se encuentre en núcleos que puedan representar una alta explosividad y, por tanto, peligro para los habitantes. El gas LP puede encontrarse acumulado en huecos del suelo incluyendo algunos conductos y depósitos”.

El centro fue particularmente enfático en la urgencia de evacuar el Hospital General de la zona norte.

De hecho, tras ser controlada la evasión del combustible en la zona de Villa Frontera, hubo contradicciones entre las autoridades estatales y municipales sobre el regreso de las mil 200 familias evacuadas a sus viviendas; mientras, Protección Civil del gobierno estatal aseguró al mediodía que todavía se realizaban labores en la toma clandestina y se evaluaba el nivel de explosividad para determinar si los habitantes podían retornar, la dependencia homóloga del ayuntamiento angelopolitano daba luz verde para que la gente volviera.

A las 17:20 horas la Secretaría de Salud informó: “El Hospital General del Norte continúa con sus actividades habituales luego del ingreso del segundo turno de trabajadores, a partir de las 14 horas de este miércoles, una vez que las autoridades competentes confirmaron que la fuga de gas registrada en la zona, fue debidamente controlada y descartaron riesgos para la población civil.

“Es importante destacar que, en apego al Plan Hospitalario de Emergencia, los Servicios de Salud del Estado de Puebla reaccionaron con toda oportunidad a través de los Comités de Desastre que se encuentran conformados en las diferentes unidades médicas y aplicaron los protocolos de prevención, vigilancia y seguridad de pacientes, personal e instalaciones.

“Lo anterior permitió establecer una coordinación eficaz con instancias de los tres niveles de gobierno para las labores de traslado de manera preventiva, con el apoyo del Sistema de Urgencias Médicas Avanzas (SUMA) y mediante la activación de la Red Estatal de Hospitales, la cual se reportó preparada para brindar los servicios que fueran necesarios.

“Una vez que, de acuerdo con los protocolos de Protección Civil, la situación quedó controlada, se realizó una reunión de evaluación en la que se definieron los esquemas para retomar los servicios en el Hospital General del Norte”.

La fuga comenzó al filo de las 3 horas y así iniciaron la evacuación entre 2 mil 500 y 3 mil personas que habitan o trabajan en Villa Frontera, Vicente Guerrero, Infonavit San Pedro, Central de Abasto, Villas del Marquez, San Gregorio y Venustiano Carranza, según informó el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente.

La evacuación transcurrió en relativa calma y los cuerpos de Bomberos, Seguridda Física de Pemex, Protección Civil y el Ejército informaron cerca de las 8 de la mañana que la toma clandestina había sido sellada.

El estado de Puebla no solo ocupa el primer lugar nacional en tomas clandestinas a ductos de Pemex, sino que además es primer sitio en el robo de gas licuado de petróleo (LP), con un aumento de 56 por ciento en el este año.

La información fue revelada por la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas, tras destacar que el mayor número de tomas clandestinas se concentra en la zona del triángulo rojo, en la región centro de la entidad.

En la región de Puebla–Tlaxcala existe un mercado negro en el que se comercializa el gas robado, generando pérdidas de mil 102 millones de pesos al mes, según datos de los empresarios.