A pesar de que en los hechos la reforma educativa es letra muerta, el peligro de que pueda aplicarse en una modalidad más agresiva en el futuro es latente, pues fue modificado de manera drástica el espíritu del Artículo Tercero Constitucional, para despojarlo de su carácter nacionalista, advirtieron Manuel Bartlett Díaz y Luis G. Benavides Ilizaliturri.
Ambos autores de El fraude de la reforma educativa, presentaron ayer la obra en el Salón Barroco del Edificio Carolino de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), en un acto organizado por la Facultad de Comunicación de la máxima casa de estudios.
El recinto estaba colmado de académicos, estudiantes, líderes de lucha social, activistas y políticos, al punto que personal del inmueble, a la hora de la presentación –5 de la tarde– ya no dejaban ingresar a nadie más al sitio.
En ese marco, el coordinador de la fracción parlamentaria del Partido del Trabajo (PT) en el Senado de la República señaló que no solo el presidente Enrique Peña Nieto es autor de la reforma educativa, sino también los institutos políticos que formaron el llamado Pacto por México, es decir, los partidos PRI, Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD).
Junto con Benavides –uno de los estudiosos más importantes de la Educación en Iberoamérica–, Bartlett distinguió tres maneras autoritarias en las que se ejecutó la enmienda: mediante la aplicación antidemocrática de una mayoría de esos tres partidos y sus cómplices en el Poder Legislativo, el uso de la fuerza pública para acallar las voces de los maestros que se opusieron a la reforma y también la compra de los medios de comunicación que no solo censuraron en sus espacios las voces críticas o disidentes, sino que hicieron un trabajo de propaganda descomunal para apoyar la enmienda.
El ex secretario de Gobernación hizo un llamado a los presentes: “No deben quedarse como espectadores resignados para destruir el tejido social que lesionan la unidad e identidad nacional”.
Benavides Ilizaliturri criticó que el gobierno mexicano se haya sometido a los designios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos en materia educativa, pues aseveró que lo que pretende ese organismo es despojar de toda identidad nacionalista, para que los ciudadanos se conviertan en empleados perfectos del capital internacional.
En la presentación también estuvo como comentarista Angélica Mendieta Ramírez, investigadora de la Facultad de Comunicación de la UAP, quien advirtió que el libro en comento es un aporte sustancial para conocer a profundidad las entrañas y alcances nocivos de la reforma educativa.