Miércoles, abril 24, 2024

Quien provocó 2 derrotas distritales a Gali en 2016 ahora coordina a los delegados de la SGG

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Un enorme desconcierto ha provocado en Oaxaca y en el sur del estado de Puebla el nombramiento de Lorenzo Hernández Ahedo como coordinador de delegados de la Secretaría General de Gobierno (SGG), por tratarse de un personaje que estuvo bajo investigaciones por supuestos actos de corrupción en la entidad oaxaqueña, por tener fama de ser poco leal y muy tramposo, y porque en la contienda local de 2016 fue el responsable de que Antonio Gali Fayad, en su calidad del candidato a la gubernatura de la coalición Sigamos Avanzando, perdiera los distritos electorales de Izúcar de Matamoros y Acatlán de Osorio.

Hernández Ahedo, quien tiene a su cargo medir el pulso político y social de los municipios del estado, ha llegado a ese cargo por la cercanía que guarda con Santiago Carrasco Sherer, directivo de la empresa AGP Consultoría e hijo de Diódoro Carrasco, titular de la SGG y copropietario de dicha compañía.

Dentro del gobierno de Gali Fayad nadie se explica cómo le pudieron dar un cargo a este personaje, luego de que es el autor de la mancha negativa en el triunfo electoral del actual titular del Poder Ejecutivo.

O visto de otra manera, nadie se explica por qué Diódoro Carrasco le da cobijo a alguien con negros antecedentes y que fracasó en la operación electoral del año pasado, que incluye la queja de muchos operadores de que se “perdió” el dinero destinado para sacar adelante el triunfo de la coalición de partidos que encabezaba el PAN.

En la lucha por la llamada minigubernatura, solo hubo tres distritos electorales en que ganó la priista Blanca Alcalá: el IV, de Zacapoaxtla; el XXII, de Izúcar de Matamoros, y el XXIII, de Acatlán de Osorio, estando los dos últimos bajo el control de Lorenzo Hernández, quien recibió el nombramiento de coordinador para la promoción del voto.

Bajo el antecedente de que en Izúcar de Matamoros y Acatlán nunca ha podido ganar el PAN, Lorenzo Hernández, quien es conocido como “Loren” en los círculos políticos de Oaxaca, en varias ocasiones definió ante las estructuras de la coalición Sigamos Avanzando que el objetivo no era precisamente ganar, sino evitar “una paliza”. Eran las plazas del honor.

Sin embargo, se destinaron recursos no para perder de manera honrosa, sino para ganar.

Más allá de los gastos de propaganda y de movilización de votantes, se dice que directamente se habría entregado a la coordinación de promoción del voto unos 10 millones de pesos para afianzar el trabajo de los operadores que garantizarían la obtención de miles de sufragios por arriba del índice tradicional de votación del PAN.

A lo anterior se debe sumar que llegaron docenas de operadores electorales de otras partes del país, pero principalmente de Oaxaca, entre los que se encontraba Javier Luna Cárdenas, ex titular de la Junta de Conciliación Agraria oaxaqueña.

El resultado en esas dos demarcaciones fue lo peor que hubo en la campaña de Gali. No se cumplió con ninguno de los propósitos.

En Zacapoaxtla la coalición de Gali perdió por una diferencia insignificante de apenas 348 votos, lo que habla de una contienda reñida, cerrada, donde si hubo un esfuerzo mayúsculo de las estructuras del PAN y otras fuerzas políticas aliadas.

En los otros distritos sí hubo “una paliza”. En Izúcar de Matamoros se perdió por una diferencia de 5 mil 533 sufragios y en Acatlán de Osorio por 9 mil 268 votos.

Quienes llegaron a Puebla para operar electoralmente esos distritos, principalmente los originarios de Oaxaca, se fueron enojados, por decir lo menos, ya que nunca hubo dinero para realizar el trabajo encomendado y mucho menos para recompensarlos. Entre los inconformes se encontraba Javier Luna Cárdenas.

¿Qué pasó con los 10 millones de pesos, que se especula habrían sido destinados para la operación electoral? Nadie sabe qué pasó con esos fondos.

Se dice que el Lore y Santiago Carrasco, quien era el encargado de las finanzas de la coordinación de promoción del voto, no pudieron ofrecer una explicación convincente de por qué se perdió drásticamente ambos distritos electorales.

Normalmente quien falla en un proceso electoral se queda fuera de los puestos públicos de un gobierno. Eso tendría que haber ocurrido, pero Diódoro Carrasco ordenó que se diera a el Lore la coordinación de delegados de la SGG, sin importar sus malos antecedentes recientes y de años atrás.

Lorenzo Hernández Ahedo es un empresario que es dueño de un hotel en Puerto Escondido y renunció a una larga militancia en el PRI, luego de que no apareció en la lista de aspirantes a candidatos a diputados federales del tricolor en el año 2012. Se sabe que no lo incluyeron porque siempre ha sido identificado como un operador de Diódoro Carrasco, quien posterior a haber sido gobernador de Oaxaca traicionó al Partido Revolucionario Institucional para volverse panista.

Medios de comunicación de Oaxaca dan cuenta que el Lore estuvo bajo investigación por la Secretaría de Contraloría y Transparencia Gubernamental, ya que cuando fue director del Instituto de Capacitación y Productividad para el Trabajo –entre los años 2008 y 2010– se detectaron millonarias contrataciones fraudulentas de instructores y de cursos de capacitación.

Por eso en algunas columnas de Oaxaca no dudan en calificarlo de ser: “traidor y hábil para los negocios turbios”.

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