Según lo publicado por la Fundación ILAM, siglas del Instituto Latinoamericano de Museos y Parques con sede en San José, Costa Rica –http://www.ilam.org–, “México ocupa el lugar número uno en América Latina”, en reportar robo de arte sacro, siendo Puebla el estado que mayor número de casos presenta, seguido del Estado de México, Hidalgo, Tlaxcala y Guanajuato.
Lo anterior, se reafirma con lo sucedido hace unos días en un establecimiento de venta de bienes muebles y antigüedades localizado en la colonia Lomas de Chapultepec en la Ciudad de México, cuando fueron halladas un par de esculturas de arte sacro robadas de un templo del estado de Puebla en el año 2001.
Mediante un comunicado, se indicó que se trata de las tallas de madera de Santa Ana y San Joaquín, pertenecientes al siglo XVIII, mismas que fueron recuperadas por la PGR.
Dicho hallazgo fue derivado de las investigaciones realizadas por la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra el Ambiente y Previstos en Leyes especiales, que depende de la Subprocuraduría especializada de investigación de delitos federales.
Se informó que además de las esculturas de San Joaquín y Santa Ana se aseguraron otras dos tallas de madera, al parecer del siglo XIX, que la PRG señaló “con características propias de bienes de arte sacro robado”.De dichas piezas, destaca, se desconoce su origen por lo que peritos especializados establecerán su lugar de procedencia.
Asimismo, durante el cateo, agentes ministeriales detectaron y aseguraron una pintura de San Francisco de Asís del siglo XVIII.
Se indicó que este último, sí está registrado en la base de datos de Bienes culturales robados de Interpol, pues cuenta con una denuncia de robo de un templo ubicado en el Estados de México, ocurrido en 2001.
El lote de objetos recuperados fue puestos a disposición de las autoridades federales, por la probable violación a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas arqueológicos, artísticos e históricos, en la modalidad de “posesión ilegal de monumento histórico”, es decir, de arte sacro robado.
La Fundación ILAM indica que “datos del Centro Católico Multimedia, en el país, 26 iglesias son víctimas de robo cada semana, lo que representa un aumento de 600 por ciento en los últimos 20 años”.
De igual forma, se menciona que “las autoridades suponen que los principales clientes de los ladrones son galerías privadas, coleccionistas y anticuarios de la Ciudad de México, Puebla, Monterrey y Guadalajara, y Estados Unidos”.
En La Jornada, la reportera Deniss A. García, indicó que “las averiguaciones previas con las que cuenta la PGR), por medio de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra el Medio Ambiente y Previstos en Leyes Especiales, detallan que las piezas, además de subastarse en Europa, también llegan a Estados Unidos”.
Coincide con la Fundación ILAM en que “los templos católicos que han sufrido mayor saqueo están en Puebla, Jalisco, Tlaxcala, Hidalgo, Morelos, Guanajuato, Zacatecas y Estado de México; y aunque algunas piezas se han recuperado, siguen ofreciéndose en el mercado obras de valor incalculable que pertenecen a la Iglesia”.
En la nota Europa y EU, principales destinos del arte sacro robado en México añade que la PGR ha iniciado diversas averiguaciones previas: “en 2005 por el robo de diversas esculturas y pinturas religiosas; en 2006, por pinturas al óleo robadas; en 2008, la citada unidad inició nueve averiguaciones previas por 25 pinturas, un lienzo, una escultura, un niño dios de madera y una corona bañada en oro.
“Para 2009 abrió 10 averiguaciones, entre las que destaca una escultura de San Miguel Arcángel, un pie de custodia de oro y dos lienzos; en 2010 fueron 12 averiguaciones previas por distintas obras de arte sacro; para el siguiente año inició cuatro, una de ellas por una escultura tallada en madera; en 2012 abrió cinco indagatorias por seis pinturas, un óleo y una escultura de Cristo. Entre 2013 y 2015 inició averiguaciones por dos pinturas, dos esculturas talladas en madera y ochos lienzos.
“Algunas piezas recuperadas son una obra de más de 150 años de antigüedad robada en 2010 de la parroquia de la Santísima Trinidad, en el municipio de Zapotlán, Jalisco. En enero de 2017, la figura de un niño dios del siglo XIX, robado del templo de la virgen de la Candelaria, en Sanctórum, Tlaxcala”.