Martes, abril 23, 2024

Publican un cuaderno de enseñanza del náhuatl para que cualquiera haga suya esta lengua

Destacamos

Un libro que ayuda a resolver una problemática: aquella que tiene que ver con la enseñanza del náhuatl, la lengua con más hablantes en el país pero que cuenta con pocos materiales pedagógicos en los que los profesores de la lengua puedan apoyarse.

Un libro que es, sobre todo, un material hecho por un maestro preocupado porque la lengua se mantenga viva no solo adentro de la comunidad, sino afuera, por una fuerte razón: “Que el otro adquiera algo que es suyo por el simple hecho de ser mexicano”.

Ma Ticzalocan Nahuatl: aprendamos náhuatl es el título del cuaderno preparado por el nahuatlato, profesor y estudioso de la lengua José Abraham Méndez Hernández, quien hizo este compendio de materiales para la enseñanza de la variante del náhuatl que se habla en la región de Puebla, en juntas auxiliares como Azumiatla, La Resurrección y San Miguel Canoa.

Presentado en la Biblioteca Palafoxiana luego de tres años de preparación, el libro fue comentado por las historiadoras Pilar Paleta y Fabiola Carrillo, quienes destacaron la aparición de este libro que, como la lengua, merece más que “un taller o un curso de verano”, pues debe convertirse en una materia de estudio como cualquier otro lenguaje.

José Abraham Méndez relató que el proyecto nació cuando cursaba un diplomado para la enseñanza de la lengua, en la UNAM, luego de cursar su maestría en Estudios mesoamericanos en la universidad nacional. Durante él, mientras comenzaba a dar cursos en la Facultad de Ciencias Políticas de la misma casa de estudios, comenzó a “practicar la forma en que la enseñaría”.

En 2015, de regreso en Puebla y al dar clases en el Instituto Poblano de la Juventud, empezó a hacer sus materiales, pensando en la pedagogía y en la instrucción, viendo lo que funcionaba y no, puesto su interés en mantener viva la lengua, que los ejercicios fueran adecuados para el nivel, sin atiborrar de problemas gramaticales, pues conforme se avanza el idioma se complica.

Contó que de vuelta a la Ciudad de México y con el desarrollo de más materiales pensó entonces en concretar un libro de ejercicios que trabajó a distancia con los ilustradores, quienes tomaron rasgos de la realidad: flores bordadas en los mandiles tradicionales, la iglesia de los pueblos, el temazcal, la troje de maíz.

“Rescatamos el náhuatl pero también la expresión y la cultura, con un vocabulario apoyado en variantes, con préstamos al término medio: ni purista ni libre.  Usamos textos antiguos como el de Fray Alonso de Molina, rescatamos el vocabulario útil, los neologismos.

“Incluimos el náhuatl de las ciudades de Puebla y México y contamos su historia, y la forma en que la nuestra está unida a la de Tlaxcala, Cholula y la Mixteca”, dijo el historiador formado en la UAP.

Méndez Hernández expuso que el libro Ma Ticzalocan Nahuatl: aprendamos náhuatl está dividido en cuatro unidades y dos repasos. En el primero se da una metodología de presentación, y se introduce a los colores y los números. En el segundo, en cambio, habla de la vegetación y los animales, incluyendo a aquellas especies endémicas como el ajolote, del cual se incluye su leyenda de creación.

Destacó la tercera unidad con audios que sirven para escuchar acentos de diversas comunidades, para que el estudiante “entienda que hay muchos náhuatl y que éste cambia a 15 minutos de distancia entre una población y otra, aun siendo la misma variante”.

La última unidad, en cambio, es el cuerpo que sirve no solo por saber el nombre de cada parte sino para hablar, pues el cuerpo sirve para describir espacios y tiempos.

“El libro tendrá sus detalles. Desde 2015, hace tres años, que lo reviso. Ya empecé el segundo y que se hagan tres es la meta”, concluyó José Abraham Méndez.

Por su parte, la historiadora Pilar Paleta consideró que el cuaderno de quien fuera su alumno, es al mismo tiempo un taller de alegría y juego. Celebró que jóvenes como él no cejen en la meta de revitalizar la lengua, regresar a la matriz y habitar esta visión del mundo que va hacia lo no consumista y lo no destructivo.

“Tiene un contenido sencillo y básico, pero provoca la adopción de la lengua en la vida cotidiana que es donde se aprende y se recrea la cultura”, opinó la catedrática de la UAP.

De igual forma, Fabiola Carrillo enfatizó que el enseñar náhuatl y no tener materiales pedagógicos de apoyo tiene que ver con una gran problemática: el no considerar idiomas a las lenguas nativas, aunque estas cuenten con una grafía y una gramática.

Continuó que, al no ser oficializados ni enseñados, se da entonces una invisibilización de los hablantes y de su riqueza, surgiendo la discriminación y el racismo, el despojo, la migración y la prohibición para hablar la lengua.

La también egresada de la UNAM dijo que, por tanto, el libro de José Abraham Méndez ayuda a contribuir y alentar la transmisión del idioma, aunque es claro que falta mucho por hacer.

“Como profesores no debemos conformarnos con talleres y cursos de verano. La enseñanza del náhuatl debe ser en todos los niveles educativos. Si se instruye el idioma en otros países, entonces por qué aquí debemos conformarnos y no darle esa importancia”, sentenció la merecedora al Premio estatal juventud 2014 Tlaxcala.

Por último, Carrillo calificó al cuaderno de Méndez, el cual activa las “competencias” lectoras, orales, auditivas y escritas, como un “ejercicio de perseverancia en la lucha de no dejar morir a los idiomas originales de México”.

Destaca que, a partir del 9 de noviembre, cada viernes de 12 a 16 horas, el nahuatlato dará un taller gratuito en la Facultad de Filosofía y Letras de la UAP en el marco de las décimas Jornadas de cultura náhuatl y originarias.

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