El diputado Julián Peña Hidalgo presentó al Congreso de Puebla la iniciativa de Ley de Protección de Periodistas y Defensores de Derechos Humanos ante las amenazas de muerte que han recibido periodistas de grupos delincuenciales dedicados al robo de hidrocarburos.
Aunque la normativa existe a nivel nacional desde 2012, el legislador consideró indispensable aterrizarla a la realidad del estado, para lo cual convocó a periodistas, defensores de derechos humanos, instituciones educativas y colectivos ciudadanos a participar en su revisión.
“El proyecto de ley incluye un diseño institucional que permite a las autoridades estatales atender solicitudes de protección por riesgo o amenaza (…) donde se deberán emitir medidas de protección que incluya seguridad o medidas cautelares”, abundó.
Explicó que el objetivo central es garantizar la vida, integridad, libertad y seguridad de las personas que se encuentren en situación de riesgo o peligro, de su persona y familia, como consecuencia su ejercicio en actividades sobre la defensa y promoción de los derechos humanos, de la libertad de expresión o el periodismo.
La Comisión Permanente turnó la iniciativa a comisiones para su revisión ayer, dos semanas después de que el Colectivo de Alerta Temprana de Periodistas y Defensores de Derechos Humanos denunció que el crimen organizado ha amenazado de muerte a periodistas en la conocida franja del huachicol, en donde operan chupaductos.
En 10 años asesinaron a 80 periodistas en México
Julián Peña refirió que el derecho a la libertad de opinión y expresión está catalogado como un derecho humano, consagrado en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como en el artículo 7 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
A nivel mundial, refirió, más de 600 periodistas han sido asesinados en los últimos 10 años. En otras palabras: cada semana un periodista pierde la vida por llevar noticias e información al público.
En el caso de México, señaló que Reporteros sin Fronteras ha identificado al país como uno de los más peligrosos del mundo para los periodistas, pues en la última década han sido ultimados más de 80 y 17 se encuentran en calidad de desaparecidos.
“La promoción de la seguridad de periodistas no debe estar limitada a una acción posterior a los hechos, mucho más debe hacerse para establecer mecanismos de prevención y medidas que aborden las causas profundas de la violencia contra los periodistas y la impunidad”, apuntó.