Horas antes de que Daniel Alcántara León presentara su renuncia a la candidatura a rector, se presentó junto con Alfonso Esparza Ortiz ante el Consejo Uniersiario de la UAP para dar a conocer sus propuestas. En sesión extraordinaria, los abanderados se presentaron en orden alfabético con un tiempo de 20 minutos en la exposición de sus programas de trabajo y un tiempo equivalente en la ronda de preguntas y respuestas.
Alfonso Esparza Ortiz hizo un llamado a la comunidad académica a participar en la construcción de una nueva institución, la universidad del siglo XXI: pública, solidaria y comprometida con los grandes objetivos de los poblanos y de los mexicanos, que responda a los cambios sociales, económicos, políticos, tecnológicos y rebase los sistemas tradicionales de aprendizaje.
“La sociedad espera de nosotros, la formación de liderazgos que colaboren en la regeneración del tejido social, a partir de un humanismo crítico, responsable, capaz de resolver la problemática social”, sostuvo.
A partir de revalorar el trabajo de los universitarios, orientado al desarrollo del individuo y la colectividad, así como apostar por la innovación, romper paradigmas y asegurar la viabilidad y presencia de la UAP para las futuras generaciones, Esparza Ortiz planteó un Decálogo de Propuestas con cuatro ejes: planeación estratégica prospectiva, innovación, cambio y capital social.
Su propuesta convoca al trabajo conjunto, participativo, a la corresponsabilidad y a la apertura de las ideas, que tengan como meta consolidar una universidad con reconocimiento social, calidad académica y trascendencia con los retos de Puebla y México.
Los 10 puntos que integran su propuesta de trabajo son acompañamiento al estudiante, para dar paso a un modelo de admisión diferente, y asegurar su formación académica integral y bienestar físico; bienestar de los recursos humanos, que implica, entre otros aspectos, la actualización de la planta académica y la capacitación permanente de los trabajadores administrativos para acceder a nuevas competencias laborales; compromiso con la calidad académica; evaluación permanente interna y externa; liderazgo transformacional; transferencia científica e integración social; mantenimiento y adecuación de la infraestructura educativa; gestión e innovación en los procesos administrativos; arte, cultura y deporte para los universitarios y la sociedad; regionalización universitaria y comunidad del conocimiento.
Tal Decálogo de Propuestas se sitúa en los logros actuales: acreditación de la calidad educativa, certificación financiera y presencia cultural, entre otros, para trascender hacia una Universidad visible internacionalmente, vinculada a los procesos sociales y productivos, con valor público, innovador, con competencias laborales de sus estudiantes y el líder regional en sistema educativo.
Por su parte, el candidato Jorge Daniel Alcántara León propuso la defensa de la universidad pública y educación laica, para la cual buscará “un mayor acceso a los recursos públicos, municipales, estatales y de la Federación, mediante la entrega del subsidio puntual y oportuno para el ejercicio pleno de las funciones de nuestra universidad”.
La UAP debe fortalecer su presencia en el sistema de educación superior en la entidad, en el país y en el mundo; para ello requiere no sólo diversificar los saberes, sino diferenciarlos y promover aquellos vinculados con problemas específicos de la sociedad.
Asimismo, se pronunció por reivindicar la autonomía universitaria y clarificar los alcances de los mecanismos de evaluación, acreditación y certificación, “para no caer en la falacia de la excelencia sustentada únicamente en indicadores cuantitativos del desempeño”, señaló.
Además, agregó, “la transparencia en el aspecto financiero y en la información de convenios institucionales es imprescindible, toda vez que sólo un modelo integral de ejercicio de gasto y de rendición de cuentas, ágil y transparente puede inferir en una mejor aplicación de los recursos”.