Desde la reclusión, el preso político Paul Xicale Coyopol hizo un llamado de conciencia a los pobladores de la región de San Andrés y San Pedro Cholula para que no abandonen la lucha y se sumen a la defensa de las “tierras sagradas” del sitio arqueológico de las obras que ejecuta el Comité Administrador Poblano para la Construcción de Espacios Educativos (CAPCEE).
El exhorto lo hizo a través de una carta que escribió con su puño y letra dentro del penal de San Pedro Cholula, donde se encuentra recluido desde el pasado 7 de octubre.
“Algunos dicen que perdimos, pero no es cierto. Se logró detener el proceso expropiatorio y la construcción del parque, pero el ayuntamiento a través de instituciones como el CAPCEE, y de proyectos como la restauración de calles, banquetas, andadores y jardineras están destruyendo los vestigios arqueológicos. Ellos no buscan interés común, sino beneficios personales”, destacó en uno de los párrafos de la epístola.
Paul Xicale, egresado de la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), fue detenido hace casi cinco meses por defender, junto a su padre, Adán Xicale Huitle, también preso político, los terrenos que circundan la pirámide de Cholula.
Además del joven de 24 años de edad, en prisión se encuentran por los mismos motivos políticos y sociales los hermanos Primo Manuel y Albino Tlachi Valencia, los cuatro vecinos de San Andrés Cholula.
En la misiva, Paul expuso que solo unidos se podrán seguir defendiendo las “tierras sagradas” de la pirámide y el santuario de la virgen de los Remedios, que se encuentra en la cúspide.
“Acércate a las asambleas y sigamos organizando la defensa cholulteca, porque nos mueve el amor, no el miedo”, convocó al último.
Expuso que a pesar de estar encarcelado injustamente no ha doblegado su ideal de defender a Cholula.
“Es la primera vez que estoy en la cárcel, y no me da pena o vergüenza decirlo, porque nunca he sido un delincuente”, arguyó Xicale, el más joven de los cuatro presos de conciencia.
En la carta que se publicó este miércoles en redes sociales, fechada con el 22 de febrero, Xicale Coyopol admite que no está arrepentido del encierro.
Relató que “nos han apartado temporalmente de nuestros seres queridos; perdí mi trabajo en una empresa automotriz, y un mes después del encarcelamiento una entrevista de trabajo con Audi; dejé de entrenar mi deporte favorito, que es el ciclismo, y no fui a visitar a la virgencita de Guadalupe en diciembre junto con mis amigos del Club Diamantes, entre otras cosas, pero habrá otra oportunidad”.
Aseveró que su fortaleza en prisión es tener el ejemplo de los ciudadanos que conservan por siempre el amor y el cariño hacia sus orígenes, familia, la historia de su pueblo y las tradiciones y costumbres.
Pero que además es capaz de sacrificar su libertad por defenderlas ante el injusto y el traidor.