Para poner los pies en la tierra y sacar la proyección de su obra de los ámbitos académicos, familiares y de amistad, un grupo de jóvenes cineastas exhibirán sus óperas primas ante un público abierto para completar el ciclo de realización del cine que culmina ante los ojos del espectador.
Eric Josué Maldonado González, Juan José López Bautista, José Rodrigo Saavedra y Alejandro Morales Suárez son los noveles cineastas que los próximos sábados 4 y 11 de agosto como parte del programa Talentos Emergentes de Cinearte, mejor conocido como TEC, proyectarán los filmes Gypaetus, El Tiempo, Abuela, Omnipresente y 8ch.
Durante una rueda de prensa René Vázquez Jiménez y José Saúl Benítez, coordinador académico y profesor de Cinearte, respectivamente, señalaron que con este par de proyecciones se busca interactuar con la comunidad, una de las tareas de Cinearte.
“Cinearte promueve el acercamiento a la realización cinematográfica y actividades culturales como el Festival Internacional de Cine y Video Indígena (FICVI), además de cursos, talleres y diplomados en varios niveles. La filosofía exige una interacción con la comunidad con la exhibición de las obras, el papel del público así como aspectos sociales y culturales intrínsecos”, dijo Vázquez.
En ese sentido, señaló Benítez, con el TEC se busca que la obra cinematográfica se acerque para provocar una retroalimentación con sus creadores, “que se enfrenten a una crítica más real, frente a un público que no es cercano”.
“Son obras que se tienen que mostrar y ellos tienen que formarse en la crítica, al mismo tiempo que el público debe saber que son obras originales que pasaron por todo el proceso de creación”, expuso el también director del Festival Kiné.
Vázquez y Benítez coincidieron que la proyección de los filmes que se trabajaron en Cinearte, son una forma de hacer comunidad, de tener una participación activa y de reconocer que como la suya, existen varios esfuerzos en la ciudad, la mayoría gestados en colectivo y de manera independiente, y que se reflejan en festivales, programaciones y espacios de proyección.
En todo ello, expusieron, existe el deseo de trabajo conjunto entre realizadores, productores, programadores, técnicos y amantes del cine, “tirando de la misma cuerda”, aprovechando incluso el momento político.
Historias propias contadas en el cine
Eric Maldonado es el director de 8ch. El egresado del diplomado en Realización cinematográfica en Cinearte hizo este cortometraje que marcó un logro: el sobrepasar los tres o cuatro minutos para llegar un poco más allá.
En su obra, expuso durante la rueda de medios, supo que el guión era lo principal por lo que sabía que tenía que resolver todas sus dudas en torno a sus personajes. Guiado por el Expresionismo alemán, un movimiento cinematográfico, basó su historia en el terror, la contó en ficción y más que aterradora su historia mantiene en suspenso al espectador.
Juan José López Bautista, en cambio, tomó una historia sencilla para darle un vuelco al terror. Al contar la historia de Abuela, la cual derivó en un proceso largo para su realización, pues el guión le llevó un año y resultó en “20 páginas que no iban hacia algún lado”, aborda el “amor que se tiene hacia quienes han fallecido”.
Filmado en Apizaco, Tlaxcala, con actores improvisados que fueron sus tíos y sobrinos, el filme resultó en un trabajo complicado y divertido: desde saber cómo gestionar el dinero, cómo dirigir al equipo técnico y como dar un vuelco a una historia de fantasmas que no son malos ni causan terror. Al final, cuenta el joven cineasta, cumplió un sueño: el filmar una historia propia que tuvo un deseo más, como lo fue el grabar en un panteón.
Con Omnipresente, José Rodrigo Saavedra afianzó su creencia en el cine. Si en la preparatoria no sabía que estudiar, luego de tomar un diplimado en Cinearte supo que se sentía listo para realizar su ópera prima. “Entré a la carrera y con mi familia hice un viaje a Europa, luego vino el cortometraje que es sobre la cotidianidad y las diferentes clases sociales, y la forma en que convivimos, nos desenvolvemos y tenemos algo que nos une: el arte”.
Reseña que si bien fue complicado su rodaje, pues se extendió de seis a 23 días, descubrió cada área de producción y pudo concretar una narrativa. Como cineasta dice que se trata de “agarrar el proyecto y hacerlo suyo”, para darle más vigencia y vitalidad a cada película.
En su caso, Alejandro Morales Suárez, trabajó su primer corto a partir de una frase: un monstruo me domina y yo soy ese monstruo, por lo que su historia la pensó desde el suspenso y el terror, para hablar sobre lo que existe en uno mismo, lo que habita y marca una responsabilidad para responder por él.
“Fue un ejercicio de clase y tuvo varias implicaciones. Generé toda la preproducción, la cual si no está bien hecha se cae el filme. Hubo un sólo día de rodaje y una sola complicación: trabajar con un crew que apenas conoces, por lo que tu idea debe ser clara”.
A estas producciones se suma El tiempo, de Marcella Angela D’Agostino, quien narra una historia de amor entre Helios y Sofía, el primero metido en una lucha por decirle sus sentimientos a la protagonista, momento que se logra en una noche, en una fiesta, empujado por la valentía y retenido al mismo tiempo por el miedo.
La programación y horarios están disponibles en www.cine-arte.net Cinarte se ubica en la avenida Lanceros de Oaxaca número 64, en la colonia Lomas de Loreto, aquí en la ciudad de Puebla.