Por qué no se indigna? Era la pregunta que teníamos muchos después de que se supiera del espionaje de EUA a México gracias a Edward Snowden. La molestia del país era evidente, y más porque en Brasil su primera mandataria sí mostró una actitud adecuada al enterarse de lo mismo, en tanto que en México… bueno, la historia ya es conocida, Enrique Peña Nieto fue muy tibio al pedir explicaciones; parecía que el tema le era indiferente. Y al parecer el tema sí le importaba; tanto que le urgía ponerle punto final a todo el asunto de espionaje, mismo del que ha venido hablando hasta la prensa internacional.
La semana pasada, durante la primera emisión de Noticias MVS, se dio a conocer un documento obtenido por Daniel Lizárraga por medio del buen acceso a la información del país vecino; éste revela que México quiso terminar con las tensiones que generaron las revelaciones del ex agente Edward Snowden sobre el espionaje de EU.
El asunto resultaba tan incómodo para el presidente que uno de los principales puntos de la reunión que sostuvo con Janet Napolitano era “poner punto final” al tema; así se manifiesta en el guión de la Secretaria de Seguridad del Departamento de Estados Unidos. El guión dice lo siguiente: “Los mexicanos han señalado que esperan tu reunión con Peña Nieto para ‘poner punto final (put to bed)’ a los asuntos relacionados con las filtraciones de Snowden, que están escalando en la prensa mexicana…. Por separado, se te proveerán puntos clave desde la Casa Blanca para responder a este asunto”.
Con esto, vuelvo a preguntarme ¿por qué el desinterés mostrado de manera pública? Seguramente no es porque se trate de algo trivial, porque aunque ex presidentes como Vicente Fox aseguran que no debería importarnos creo que este es un tema de vital importancia, no puede ser algo supérfluo que otro gobierno conozca un gabinete antes que todos nosotros, ni que se enteren de todas las actividades de alguien, en este caso, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
El tema se ha querido evadir en todas las formas posibles, hasta se canceló la conferencia de prensa que se daría el 24 de julio durante la visita a México de Janet Napolitano, precisamente para evitar que la prensa preguntara más del asunto. ¿Y nuestro derecho a la información? ¿Dónde queda? Paradójicamente fue este mismo derecho pero en EU el que dio la oportunidad a Daniel Lizárraga de obtener todos éstos datos a través de una solicitud de información; y si de por sí estamos atrasados en esta materia ahora más miedo tendrá el gobierno de dar a conocer cada uno de sus pasos…