Tehuacán. El aumento al precio de la tortilla, por lo menos en esta región, no es aceptable, debido a que el costo del maíz es muy bajo y se trata de la materia prima para el producto final, consideró Hugo César Montalvo, líder regional de la Confederación Nacional Campesina (CNC).
Explicó que el precio de tonelada de maíz está en 280 pesos, una cantidad sumamente baja para los campesinos porque tuvieron una producción muy mala el año pasado, debido a que las lluvias llegaron con retraso.
La producción del grano bajó hasta en un 40 por ciento, según datos del líder cenecista, quien señaló que el precio cayó en un 25 por ciento, lo cual puede obedecer a que en Puebla se compra ese cultivo, proveniente de otras entidades del norte del país.
Por lo anterior, dijo que no es posible que se quiera elevar el precio de la tortilla, porque están comprando el maíz a un costo muy accesible que les permitiría a los tortilleros mantenerlo igual que el año pasado.
Sin embargo, reconoció que los intermediarios, comerciantes que compran cultivos completos de maíz a bajo costo y luego lo venden a un precio superior, son quienes podrían estar generando ese aumento, por lo que pidió que el gobierno tome conciencia de esa situación y brinde apoyo a los campesinos para comercializar sus productos directamente.
El negocio único es el de los intermediarios, consideró, porque se aprovechan de la necesidad de los agricultores para sacar sus productos y luego logran obtener ganancias muy grandes.
Hugo César Montalvo resaltó que lamentablemente es común que el tema del apoyo al campo prometido por el gobierno, se quede sólo en el discurso, porque no es real que los campesinos estén saliendo adelante.
Basta, aseveró, con darse una vuelta por las comunidades que producen el alimento de los mexicanos y platicar con los campesinos para saber que la ayuda no es real y que cada vez están peor.
Si bien aceptó que los tortilleros son empresarios que necesitan obtener ganancias de su trabajo, los exhortó a tomar en cuenta, al momento de definir sus precios, que la mayoría de los consumidores también sufren de crisis económica, escases de empleo y que cada incremento a los alimentos es un duro golpe para las familias.