Todavía no hay fecha para la finalización de obras e inauguración de la modernización de la avenida Juárez. El secretario de Cultura y Turismo, Roberto Antonio Trauwitz Echeguren, indicó que ya están en los “últimos detalles” de los trabajos.
Mientras tanto, las caídas en ventas que han sufrido los comerciantes de la zona han sido de al menos 60 por ciento, lo que llevó a algunos negocios a cerrar sus puertas debido que les era insostenible cumplir con las rentas.
“No la tengo exactamente la inauguración cuándo va a ser, pero ya estamos en los últimos detalles”, señaló el funcionario estatal.
La obra arrancó en junio de 2017 e inicialmente se tenía previsto concluirla en diciembre del mismo año, pero a la fecha los trabajos continúan, generando constantes cierres a la circulación y afectando con ello a los negocios.
El 29 de diciembre pasado, Martha Vélez Xaxalpa, secretaria de Infraestructura, Movilidad y Transportes del gobierno estatal, reportó que el avance de la segunda etapa, que va de la 23 sur al Paseo Bravo, era de 75 por ciento.
Ese mismo día fue entregada la primera parte de la obra, que considera de la 23 sur hasta el bulevar Atlixco. A decir de Trauwitz, el mejoramiento de la imagen urbana beneficiará a los comerciantes de la zona.
“La avenida Juárez quedó muy bien, creo que el trabajo que se hizo fue extraordinario, nos da una imagen de una calle comercial importantísima, donde tenemos muy importantes restaurantes”.
Para la modernización de esta vialidad se invierten alrededor de 110 millones de pesos. Entre las mejoras que se hacen está la colocación de mármol en las banquetas y de pórfido (roca de color rojo oscuro) en la zona de rodamiento, instalación de bolardos de concreto hidráulico y metálico, sustitución de drenaje, pozos de visita, bocas de tormenta, colocación de señalamientos horizontales y verticales e iluminación.
Asimismo, se redujeron en 200 los espacios para estacionamiento, quedando únicamente en 400 cajones. La secretaría de Infraestructura descartó la colocación de parquímetros.
Una vez abierta al cien por ciento, disminuirá la velocidad permitida en esta vialidad, al pasar de 70 a 40 kilómetros por hora. Asimismo, se restringirán las paradas autorizadas del transporte público, que actualmente son cada esquina, para quedar solo en siete.