El doctor en Antropología e investigador de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) Julio Glockner Rossainz indicó que no es confiable la postura del gobierno estatal ni de los alcaldes de San Andrés y San Pedro Cholula sobre la supuesta cancelación de la expropiación de tierras que circundan la pirámide, así como la anulación del proyecto del parque de las siete culturas, pues es la tercera vez que simularían dar una solución al conflicto.
“Hay que estar atentos a la declaración, porque los presidentes municipales deshonran su palabra, no se respetan ni a sí mismos”, declaró el académico.
Recordó que la primera simulación de solucionar el conflicto se dio cuando el edil de San Andrés Cholula, Leoncio Paisano Arias, firmó un acuerdo con los propietarios de las tierras expropiadas y los opositores a la construcción del complejo turístico, pacto que tres horas después anuló durante una sesión de cabildo extraordinario.
Mientras que –argumentó– el segundo caso se dio recientemente con el compromiso que firmó el funcionario de la Secretaría General de Gobierno del estado (SGG), Omar Álvarez Arronte, en la junta auxiliar de San Bernardino Tlaxcalancingo.
En dicho acuerdo, relató que el servidor público prometió a los pobladores que si desistían de la movilización social liberarían a Adán Xicale Huitle, Paul Xicale Coyópol y los hermanos Albino y Primo Manuel Tlachi.
Estos últimos, detenidos desde el pasado 7 de octubre y recluidos en el penal de Cholula, con la imputación de cinco delitos “fabricados” por defender la “tierra sagrada” del sitio arqueológico.
Si la declinación de las autoridades es cierta, Julio Glockner reconoció que sería una oportunidad para replantear un proyecto de turismo acorde a la cultura cholulteca.
Incluso el investigador señaló que la especialista Margarita Tlapa Almonte trabaja en la propuesta de la reutilización de los predios para la creación de un jardín botánico con plantas medicinales.
Agregó que también se plantearon trabajar de la mano con los dueños de las tierras, si ellos acceden para sembrar milpas, combinadas con frijol y calabaza.
“Nueve de cada 10 personas que habitan en zonas urbanas no conocen y nunca se han metido a una milpa, y eso podría ser una propuesta de turismo apegado a la parte cultural de Cholula, en donde además también se venda comida tradicional a base de maíz”, destacó.
Julio Glockner criticó que el tipo de proyectos que propone el gobierno “son creados por yuppies, quienes priorizaron la creación de un modelo turístico inapropiado para la zona, pensado en un turismo de lujo al que le dan la cultura diferida en papilla”.
Reprocho que el parque de las siete culturas sea una alternativa para los turistas y no para los viajeros que quieren conocer y ahondar en la cultura cholulteca.
“El proyecto del parque proviene de la industria banalizada, del turismo tonto y degradante”, fue tajante el investigador.
En ese tenor, lamentó que el presidente Enrique Peña Nieto esté interesado en este tipo de turismo, pues existen más de 180 zonas arqueológicas en el país en potencial riesgo de ser intervenidos.
Por eso, advirtió, “hay que estar atentos a lo que viene, porque el Estado Mexicano exhibe a la indianidad de manera presentable al turista, despreciada por un racismo Colonial que crea fiestas postizas, como el Atlixcáyotl”.
Y remató, al respecto, “las danzas rituales tienen su origen en los pueblos donde se viven fiestas de varios días, cuando en las ciudades son presentadas por muchachas bonitas, hijas de hoteleros y comerciantes para divertir a la clase pudiente”.
Por último, recalcó que a pesar de que el gobierno se haya retractado de la construcción del parque temático y de las expropiaciones a los predios, sigue en pie la instalación de un tren turístico de la capital a la pirámide.
“Se gana una parte de la batalla, pero no hay que quitar el dedo del renglón para que el sitio arqueológico sea conservado para su investigación”, concluyó.