Frente al complicado escenario económico que resta para 2016 y se extiende hacia 2017 con aumento en la inflación y la deuda, así como recortes presupuestales, la recomendación principal para el llamado buen fin es que el consumidor no se deje llevar por las promociones porque eso genera compras irracionales que generan deudas y pagos extendidos hasta por un año.
Lo anterior, fue recomendado por el economista Marcos Gutiérrez Barrón en la víspera del acto comercial que este año tendrá la participación de alrededor de 700 comercios a nivel nacional.
El profesor investigador de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) señaló que frente a los ajustes para 2017 concernientes a la deuda que generarán un menor crecimiento económico para el país, lo mejor es “ser precavido porque el escenario no está para despilfarrar dinero”.
Expuso que durante el llamado buen fin, un acto anual en que las tiendas ofrecen descuentos y promociones en contado y a crédito sin intereses, los mexicanos gastan, en un 69 por ciento, en ropa.
“En 2015 las cifras indicaron que además del gasto en ropa, el 21 por ciento de los consumidores adquirió pantallas, el 12 por ciento telefonía y el 11 por ciento equipos de cómputo”.
Estos últimos, completó, este año tendrán un aumento del 21 por ciento debido al incremento del valor del dólar respecto al peso mexicano.
Gutiérrez Barrón detalló que las ventas en 2015 fueron de 217 mil 438 millones de pesos, monto que significó un 10 por ciento más que en 2014.
“El escenario de las familias ante esta situación debe estar enfocado en cuidar su gasto y tomar en cuenta las recomendaciones de las instituciones que cuidan al consumidor”, mencionó el investigador universitario.
En ese sentido, enlistó cinco recomendaciones que el consumidor debe de tomar en cuenta para no acumular deudas excesivas durante un solo fin de semana: que se comparen productos en diferentes comercios y ver si en realidad ofertan buenos precios; que el comprador identifique bien sus necesidades y no compre lo que no necesita; que no gaste más allá de las posibilidades de pago; que no use la tarjeta de crédito en lo posible sino solo en urgencia y emergencia, ya que el costo de interés es del 40 por ciento en las bancarias y del 80 por ciento en las departamentales; y que se informe antes de comprar.