Lunes, marzo 18, 2024

Morena necesita de los votos del PRI o el PAN para la posible elección de un gobernador interino

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En Morena hay plena confianza de que la elección a gobernador será anulada y habrá nuevos comicios. Lo que no se tiene claro y se ha convertido en un callejón sin salida es la forma en que el Congreso local deberá designar a un titular interino del Poder Ejecutivo, ya que a los diputados morenistas no les alcanza con sus votos y necesariamente requerirán del apoyo de la bancada del PRI o del PAN, con las cuales no tienen puentes de entendimiento.


El objetivo que tiene Morena es que el gobernador interino debe ser un personaje totalmente alejado del radio de intereses del ex mandatario Rafael Moreno Valle Rosas, para evitar que nuevamente el Poder Ejecutivo sea utilizado como centro de operación de la eventual campaña electoral del morenovallismo.

De hecho, esa sería la principal debilidad del PAN y del grupo de Moreno Valle en un posible proceso electoral extraordinario: no contar con el cuantioso presupuesto estatal, los mecanismos de coacción del voto y el manejo de las fuerzas de seguridad pública que permite el hecho de tener el dominio del Poder Ejecutivo.

El meollo de este asunto es que para elegir al gobernador interino se necesita una mayoría calificada en el Congreso estatal, es decir tener el respaldo de 27 legisladores.

A la bancada de Morena no le alcanza con su mayoría simple de apenas 22 diputados, por lo que requiere de una alianza con algún grupo opositor. Le faltarían cuatro votos, bajo el entendido de que hasta ahora el único legislador del Partido Verde Ecologista (PVEM), Juan Pablo Kury Carballo, ha apoyado los proyectos de la fracción morenovallista, en concordancia con el comportamiento que el partido del tucán ha mostrado a nivel federal.

Tampoco le alcanza al sector opositor a Morena, que incluyendo a los diputados del PRI y del PAN, apenas suman 19 votos en el pleno del Congreso.

Ya Morena ha logrado la aprobación de algunos asuntos con el voto de los diputados del PRI y del PVEM, pero no es la constante.

Hasta ahora es impredecible el comportamiento de la fracción priista que se encuentra dividida y no tiene una orientación uniforme, ya que en algunos asuntos que han sido contraproducentes al morenovallismo –como considerar a los PPS como deuda pública– se han sumado a los legisladores de Morena; pero en otros se han puesto abiertamente del lado del ex gobernador, como es que se oponen a la apertura de las cuentas públicas de años anteriores.

De los cuatro integrantes de la fracción parlamentaria tricolor, Javier Casique Zárate y Josefina García Hernández, se les ha visito proclives a los intereses de Rafael Moreno Valle Rosas, como consecuencia de la supuesta alianza que existe entre Moreno Valle y el ex candidato priista a la gubernatura Enrique Doger Guerrero.

Rocío García Olmedo, la coordinadora de la fracción del PRI, ha intentado mostrar una actitud independiente y mantiene divididos sus apoyos entre los intereses del ex mandatario poblano y los de Morena.


Y en el caso de Nibardo Hernández Sánchez, quien milita en Antorcha Campesina, de manera sorpresiva se le ha notado más proclive a apoyar los proyectos legislativos lopezobradoristas.

Si Morena no consigue negociar un acuerdo con el PRI para el caso del gobernador interino, requeriría entonces de los votos de la bancada morenovallista, con la que se antoja casi imposible encontrar un punto de coincidencia sobre quién debería ser el titular temporal del Poder Ejecutivo.

No cabe duda, que la posible designación de un gobernador interino será un asunto que ampliará la polarización que ya existe entre Moreno Valle y la mayoría legislativa de Morena.


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