El clamor de la marcha que realizaron habitantes de San Andrés Cholula para defender su territorio del municipio de Puebla podía escucharse a dos cuadras de distancia en pleno Centro Histórico de la ciudad capital, donde exigieron al Congreso del estado entregarles los 8.5 kilómetros cuadrados de territorio que les disputa la Angelópolis.
El griterío de los manifestantes puso en alerta a los encargados de seguridad del palacio legislativo 10 minutos antes de que arribaran al inmueble, tiempo que les resultó suficiente para cerrar el acceso principal y evitar el ingreso a tropel de los inconformes.
El portón cerrado enardeció todavía más a los sanandreseños, quienes cambiaron las consignas que gritaron durante una hora de recorrido (que inició en el Paseo Bravo y tuvo como escala el ayuntamiento de Puebla) por rechiflas y mantadas de madre.
“¡Esta es la apertura del Congreso!”, exclamó a través de los altavoces uno de los líderes de la protesta, mientras una decena de personas comenzó a patear la puerta de cedro del Congreso de más de 300 años de antigüedad.
Daniel Meza Pérez, representante del Consejo Ciudadano en Defensa de los Límites Territoriales, tomó el micrófono para advertir a los legisladores que instalarían un plantón permanente de no ser atendidos por una comisión.
Los habitantes de San Andrés disminuyeron la intensidad de la protesta cuando llegó al lugar una camioneta con los lonches que les prometieron los organizadores antes de salir de su municipio.
En medio del desorden común en una marcha los manifestantes se pusieron de acuerdo: mientras unos mantenían en lo alto las lonas impresas en plotter que se les repartió para la protesta, otros se formaron para tener acceso, de manera civilizada, a la bolsa de nylon que contenía una torta envuelta en servilleta, un refresco Jarritos y una manzana.
El problema fue organizar a los cerca de 300 inconformes para ingresar al Poder Legislativo, pues sólo podía tener acceso una comisión de no más de 10 personas.
Tras 45 minutos de debate, los sanandreseños eligieron finalmente a sus representantes, quienes entregaron un pliego petitorio a los miembros de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, responsables del proceso de definición de límites entre Puebla y San Andrés.
En el documento piden a los diputados “no dejarse influenciar con lo argumentado por el municipio de Puebla que en todo momento ha buscado apropiarse injusta e indebidamente de nuestro territorio”, que a su parecer abarca desde el río Atoyac y comprende el centro comercial Angelópolis.
La Comisión de Gobernación presentará en diciembre un dictamen al pleno del Congreso en el que definirá los nuevos lindes entre Puebla y San Andrés, con el que espera dar término a una disputa que ha enfrentado a ambas comunas desde que el Poder Legislativo emitió un decreto en 1962 para ampliar el territorio de la capital, cediéndole los 8.5 kilómetros que hoy disputa San Andrés Cholula.