Entre grupos de ambientalistas ha brotado un fuerte desconcierto por la versión que se ha filtrado de que Daniela Migoya Mastretta, la actual delegada de la Semarnat en el estado, se perfila a ser parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ya que se le nombraría como responsable de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) en la entidad poblana. A esta funcionaria se le repudia porque siempre está del lado de la depredadores del medio ambiente y por su colaboracionismo con los abusos cometidos durante la administración del ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.
Uno de los primeros acuerdos que hubo entre Rafael Moreno Valle Rosas y el presidente Enrique Peña Nieto, cuando el segundo tenía algunos días de haber iniciado su mandato, es que se mandara a Puebla a un delegado de Semarnat que fuera a modo de dos fuerzas políticas y económicas: la administración morenovallista y el llamado Grupo Atlacomulco, que desde esos momentos ya planeaba realizar en territorio poblano importantes negocios inmobiliarios.
La persona elegida para cumplir ese acuerdo entre Peña Nieto y Moreno Valle resultó ser Daniela Migoya Mastretta, quien es hija de Verónica Mastretta, la ex regidora de Ecología del municipio de Puebla y quien encabeza la cuestionada organización Dale la Cara al Atoyac.
El papel de Daniela Migoya, desde el año 2013, fue otorgar autorizaciones de cambios de uso de suelo para las obras públicas del morenovallismo sin observar los daños al medio ambiente o sin reparar que en muchas ocasiones esos proyectos se hacían sin los permisos correspondientes, según cuentan fuentes conocedoras de los entretelones de la forma en que funcionaba el gobierno del ex mandatario poblano.
Y al mismo tiempo, protegió en Puebla los intereses del Grupo Atlacomulco, que es la facción política nacida en el estado de México y es la que llevó a Peña Nieto a la Presidencia de la República.
Una muestra de lo anterior es que siendo delegada de la Semarnat se dio el permiso para que la empresa Sadasi talara mil 200 árboles en los bosques de La Calera para construir casas. Dicha compañía, forma parte del entramado de negocios del Grupo Atlacomulco.
Por esa razón un grupo de ambientalistas han decidido mandar una carta de protesta a Andrés Manuel López Obrador para expresarle tres motivos de desconcierto:
Primero: que una funcionaria pública que ha sido parte del grupo político del presidente Enrique Peña Nieto se le quiera incorporar a la próxima administración federal, que se supone tiene como principal propósito eliminar los vicios y abusos cometidos el PRIAN.
Segundo: que es una mujer que siempre guardó un silencio cómplice y ominoso frente a los abusos del morenovallismo y el surgimiento de los llamados “proyectos de muerte”, como fueron las minas e hidroeléctricas que impuso el Grupo México, así como empresas canadienses y chinas, en la Sierra Norte y el sur del estado de Puebla.
Tercero: que nunca se le conoció una acción contundente contra las organizaciones que depredan los recursos naturales en el estado de Puebla.
Durante el sexenio de Moreno Valle se talaron varios miles de árboles en los proyectos de construcción de ciclovías, de edificios públicos, de vialidades y de remodelación de parques públicos y reservas naturales, como fue el caso de Flor del Bosque. En todos estos asuntos, estuvo ausente la intervención de la delegación de la Semarnat.
Igual comportamiento mostró Daniela Migoya cuando la administración morenovallista extravió mil 200 ejemplares del aviario del Parque Revolución Mexicana, mejor conocido como el Parque Ecológico, el cual se desmontó para ser sustituido por un árbol de plástico, cuyo lucro está concesionado a los dueños de Africam Safari, que a su vez son parte de la agrupación Dale la Cara al Atoyac.
Pareciera que lo último que le importa a Daniela Migoya es proteger el medio ambiente, pues eso refleja su actuar como servidora pública.
Ahora se le quiere dar la función de proteger los bosques en el estado. Seguramente las mafias que talan de manera ilegal las zonas arboladas del estado se van a frotar las manos si realmente llega a esa responsabilidad la actual delegada de Semarnat.