Un hombre, tomado como ladrón por pobladores de Zacapala –municipio ubicado en la Sierra Mixteca-, fue linchado la noche del pasado domingo. Luego de ser paseado por la cabecera municipal, quemado y golpeado, la turba lo ahorcó, pero antes agravó su tortura colocándole un costal en la cabeza para provocarle lapsos de asfixia.
Así, en menos de una semana, en la Sierra Mixteca de Puebla han sido asesinadas cinco personas en actos de justicia de propia mano, si se considera a los cuatro calcinados de Tulcingo, que supuestamente fueron ejecutados “por un justiciero anónimo”.
Según los relatos recabados en redes sociales y fuentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) cercanas a las investigaciones, la víctima fue sorprendida la noche de ese domingo la víctima –quien en vida se llamó Aurelio Rojas Martínez y tenía 35 años- fue sorprendida la noche de ese domingo asaltando el domicilio de un sexagenario, junto con tres cómplices, cuyo paradero hasta este momento se ignora.
Al parecer, los presuntos ladrones no se habían conformado con robar los objetos de valor de la casa allanada –la marcada con el número 32 de la Avenida Morelos-, sino que intentaron secuestrar a la esposa del propietario. El alboroto generado por la resistencia alertó a los vecinos y así inició la desgracia para el supuesto delincuente.
Rojas fue capturado por al menos media centena de hombres y mujeres, quienes, enardecidos, comenzaron a golpearlo, pero luego lo quemaron con encendedores y otros objetos encendidos, para proceder a golpearlo.
Luego, lo amarraron de las muñecas y el cuello, paseándolo por el pueblo espojado de sus pantalones y ropa interior por lo que sus genitales quedaron expuestos. La tortura al varón prosiguió cuando le colocaron una costalpara cubrirle el rostro.
Luego, lo amarraron con las manos hacia atrás a un poste de un columpio, en el jardín principal de Zacapala. Ahí siguieron hiriéndolo y luego, lo colgaron del travesaño para consumar el linchamiento.
Más tarde se supo que el auto en el que viajaba el hoy interfecto con sus cómplices, un Pontiac con placas de Puebla, fue hallado en la misma calle del hogar al que se introdujeron de manera ilegal.
La imagen de la víctima que más circula en las redes sociales desde el mediodía de ayer, la muestra con los brazos amarrados hacia atrás, atados al juego infantil. El hombre tiene la bolsa en la cabeza cubriéndole el rostro, pero puede apreciarse que chorrea sangre profusamente.