Ana Teresa Aranda Orozco, candidata independiente a gobernadora de Puebla, se comprometió a impulsar la aprobación de una Ley de Participación Ciudadana para que los habitantes del estado puedan poner límites al poder público con herramientas como el referéndum y el plebiscito.
Al presentar su Agenda de Gobierno la tarde de ayer y hablar de la Ley de Participación Ciudadana, la abanderada sin partido también ofreció respetar la autonomía del Poder Judicial “para que realmente garantice la vida, la seguridad y el patrimonio de las familias poblanas”.
A su parecer es indispensable el fortalecimiento del poder ciudadano y de las instancias responsables de la administración de justicia para vencer “ese gran flagelo que es la corrupción”, dijo y reiteró la importancia de la Ley de Participación Ciudadana.
Al mismo tiempo, ratificó su promesa de campaña de “liberar” a la Comisión de Derechos Humanos (CDH) del estado para que se convierta en un defensor a ultranza de todos los habitantes frente a la autoridad.
La transición en Puebla se quedó truca, señala
En el salón El Dorado, del Hotel La Alhóndiga, localizado en el Pasaje del ayuntamiento –que abre camino al zócalo de la ciudad–, Aranda criticó que el cambio de partido en el poder en Puebla no se tradujo en un fortalecimiento democrático.
“Se han acentuado los rasgos distintivos de los regímenes autoritarios y patrimoniales. Por ello, existe la necesidad de reconstruir la democracia política y la gobernabilidad democrática en Puebla”, manifestó.
Necesaria la Ley de Participación Ciudadana
Acompañada de sus principales colaboradores, explicó que la reconstrucción exige de entrada el funcionamiento de las instituciones para el beneficio de la gente. De ahí que su plan de gobierno tenga como eje prioritario hacer valer la división de poderes y la independencia de los órganos autónomos.
Al acto asistieron el ex alcalde auxiliar de La Resurrección, Leonardo Báez Serrano, quien estuvo en la cárcel por defender a las juntas auxiliares de la entidad en 2014, así como habitantes de San Bernardino Chalchihuapan, víctimas de la represión del 9 de julio de 2014.
Puebla se estancó en el cuarto lugar de pobreza
Los niveles de pobreza en Puebla hicieron que el tema recibiera una mención especial durante el acto que Ana Teresa Aranda Orozco encabezó el día de ayer, pues indicó que los datos estadísticos “no permiten que nos hagamos los desentendidos”.
En 2010 el estado era el cuarto más pobre del país y seis años después continúa en la misma situación, reprochó la abanderada, quien encabezó la Secretaría de Desarrollo Social de la República Mexicana en el primer gobierno federal panista.
Además, ilustró que 64.5 por ciento de los poblanos vive en pobreza y en 84 municipios, de los 217 que tiene el estado; hay problemas de hambruna, lo que hace que Puebla ocupe el cuarto lugar nacional en muertes por hambre, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares.
Destacó que el problema no se registra únicamente dentro del estado, sino también en el municipio de Puebla, donde se concentra la mayor cantidad de pobres de la entidad.
Ante esta situación propuso reorientar el presupuesto público para que se puedan atender las necesidades de los más vulnerables; así como sentar las bases de una nueva política social basada en el reconocimiento y respeto de todos los poblanos a tener una vida digna.