La violencia obstétrica en los hospitales de Puebla es un problema que ha existido desde hace mucho tiempo sin que las mujeres lo hayan denunciado; es por eso que las cifras que existen a la fecha no reflejan la realidad de este tipo de agresión contra los derechos humanos y reproductivos.
Cinayi Carrasco, del Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr), dio a conocer que el impacto de este tipo de agresión debe verse desde una cultura que respete los derechos humanos y reproductivos de las mujeres, porque aunque ya forma parte de la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia no se resolvería de raíz mandando a prisión a quienes la cometan.
Explicó que ante estas agresiones las mujeres no hacen denuncias porque se les enseña que la voz del médico es la que vale; sin embargo, cuando cuestionan o se oponen éstos toman una postura agresiva y se ofenden, aunado a que el modelo de trabajo en los hospitales es muy jerárquico: es una costumbre que pasa de los médicos a las enfermeras y al área administrativa.
En el estado de Puebla la violencia obstétrica fue incluida en noviembre en dicha ley, y se ve como “toda acción u omisión por parte del personal médico y de salud que dañe, lastime, denigre o cause la muerte a la mujer durante el embarazo, parto y puerperio, así como la negligencia en su atención médica que se exprese en un trato deshumanizado, en abuso de medicación y la patologización de los procesos naturales”.
Cinayi Carrasco explicó que la Ley de Acceso a las Mujeres fijada no busca que se tipifique; es decir, que tenga consecuencias penales, sino que a través de la capacitación y sensibilización se arranque se raíz el problema, previniendo y designando un presupuesto para capacitaciones, debido a que la conducta de la mayoría de los médicos es de intolerancia hacia las críticas y observaciones en contra de su ejercicio.
“El problema en realidad es que los médicos no tienen sensibilización ante estos problemas, porque desde que están estudiando esas prácticas se les inculcan con el argumento de que como médicos tienen la última palabra, así que la violencia obstétrica se ha dado por generaciones”, dijo.
Subrayó que la relación de la violencia obstétrica con los derechos humanos va en el sentido de que las mujeres en el embarazo, parto y puerperio son sometidas a malos tratos o se les medica sin informales qué están ingiriendo y qué consecuencias podrían tener tanto ellas como los niños recién nacidos.
Margot Castro Vallina