Las noticias son muy claras: la economía se estanca y va en picada. No obstante lo que diga el famoso doctor “Catarrito”, o sea Agustín Carstens, encargado del Banco de México y puntal del FMI. Éste señala que la economía mexicana está blindada, ya que tenemos 275 mil millones de dólares entre recursos financieros en Estados Unidos y un préstamo del temido Fondo Internacional.
Pero ese dinero no sirve de mucho, ya que pagamos cerca de un millón de dólares anuales por la lana que está del otro lado del Río Bravo. Y lo que nos prestarán no será para salvar a los mexicanos sino a las empresas que tengan problemas. Así pues, a los más de 61 millones de pobres que no les alcanzan para vivir, no tendrán posibilidades de salir adelante, más bien deberán saber que no obtendrán lo mínimo para su vejez, ya que las pensiones son raquíticas. Y los jóvenes, que ahora serán penalizados desde los 12 años según una nueva ley elaborada por un ex perredista, irán a la informalidad o al narco porque no hay programa universitario para quienes necesitan estudiar.
El mismísimo Luis Videgaray, que había prometido una nación de triunfadores ya dijo: vienen tiempos de recortes, de menor gasto y de apreturas por todos lados.
El gobierno reformista a lo loco que nos decía que seríamos un país de nivel excepcional ha mostrado que será igual al que desde 1981 crece al 2 por ciento anual, no obstante que desde hace treinta y cuatro años hemos obtenido más de un billón de millones de dólares por el oro negro ¿Qué hicieron de Miguel de la Madrid a Enrique Peña pasando por Carlos Salinas y Felipe Calderón, entre otros, con esos grandes recursos?
Ahora que hay una ley anticorrupción, sería bueno que juzgaran a los depredadores mexicanos, políticos y empresarios. Pero ya sabemos que únicamente será una reforma de ornato no para evitar la impunidad, renglón en el que México es subcampeón mundial.
@jamelendez44