Vecinos de San Pedro Cholula reportaron que con lujo de violencia y abuso de autoridad, dos transmigrantes centroamericanos fueron golpeados por seis agentes de la Policía de este municipio, quienes iban a bordo de las patrullas número 352 y 354.
Ante tal situación, los transmigrantes que se encontraban pidiendo ayuda en el crucero del bulevar Forjadores y la Plaza Comercial San Diego, escaparon de los uniformados y se refugiaron en un domicilio particular.
Los dos jóvenes ilegales explicaron a los vecinos de Cholula que la Policía llegó a detenerlos porque es ilegal pedir dinero en la vía pública.
Por su parte, el director de Gobernación del ayuntamiento, Antonio López Espinosa, dijo que habrá sanciones contra los agentes municipales que participaron en la golpiza, sin especificar si serán dados de baja o únicamente se les llamará la atención.
Asimismo, ofreció investigación de la Contraloría Municipal en el supuesto ataque de policías a los dos jóvenes.
Finalmente, excusó que los uniformados intentaron detener a los centroamericanos debido a que recibieron una denuncia de que intentaron agredir a un automovilista, dejando en claro que los agentes desconocían que se trataba de personas indocumentadas.
En tanto, el presidente de la Fundación Pies Secos, Ricardo Andrade Cerezo, anunció que interpondrá una queja ante la Comisión de Defensa del Migrante por el proceder de los agentes de seguridad.
El líder migrante aseguró también iniciarán investigaciones sobre el caso y demandará al ayuntamiento que sancionen a los policías que golpearon, humillaron y acosaron a transmigrantes.
“El rey de la Cemita” exigió a las autoridades municipales que respete los derechos humanos de los centroamericanos en Cholula, como los mexicanos demandamos un mejor trato a los paisanos en Estados Unidos.
Criticó que se trató de acto incongruente, pues de San Pedro Cholula cada año salen cientos de jóvenes de forma ilegal hacia el vecino país del norte, en busca de una vida mejor.
Por su parte, vecinos que presenciaron los hechos narraron que los uniformados estuvieron a punto de ingresar a una de las viviendas para llevarse a los dos jóvenes ilegales que ahí fueron protegidos.
La mujer dijo que amedrentó a los policías con llamar a la presidente Dolores Para Jiménez, para contarle los hechos, y sólo así explicó que los agentes abandonaron su vivienda, después de tomar varias fotografías al inmueble.