“Un verdadero poema va más allá de las palabras, siempre tiene una carga social, siempre se sitúa en un momento histórico pues la poesía no puede poner distancia; la poesía jamás será indiferente”, afirmó el poeta Jair Cortés (Calpulalpan, Tlaxcala, 1977), en referencia a la facultad que tiene la poesía para ser un elemento de cambio y reflexión social.
Esta tarde, el colaborador de La Jornada Semanal presentará en Puebla su más reciente libro. Se trata de Ahora que vuelvo a decir ahora: una reconciliación poética, en el que reúne su trabajo poético de más de 14 años de escritura que han derivado en seis libros publicados.
Así, en el volumen editado por Eternos malabares en coedición con el Instituto Nacional de Bellas Artes, como parte del programa Proyectos de inversión en la Producción de Obras Literarias Nacionales, reúne una selección de los títulos de poesía A la luz de la sangre (1999), Dispersario (2000), Tormental (2001), Contramor (2003), Caza (2007) Enfermedad de Talking (2008) y La canción de los que empiezan (2013).
Durante una entrevista telefónica, el colaborador de La Jornada Semanal señaló que al trabajar en la edición de este volumen se exigió una cosa: el reunir los poemas más logrados y que dijeran más cosas sobre la condición humana, y el eliminar aquellos que tienen deficiencias y no responden a las preguntas que tiene actualmente como poeta.
“Más que una antología fue una reconciliación poética con el pasado, con lo que uno escribe y como autor va dejando en el archivo de la memoria, y devolviendo ahora como poemas vivos, como un enfrentamiento con la melancolía y la búsqueda sobre ciertos temas”, dijo al teléfono.
Cortés señaló que si bien son unos 22 años los que lleva inmerso en la literatura y la escritura, se podría decir que son 13 o 14 años de escribir de manera más formal, lapso de tiempo que coincide con la publicación de su primer libro A la luz de la sangre que fue publicado en 1999.
“A 13 años de comenzar, este tiempo representa un nuevo recomienzo. De cierta forma me libera y me permite dirigirme hacia nuevas formas estilísticas y nuevas temáticas. Me introduce también a otra sintonía, un ascenso en espiral con temas que me siguen emocionando, no sólo en la retórica, sino en la fibra humana del joven que fui, del joven que ya fue”.
Las nuevas temáticas, refirió Cortés, tienen que ver también con esa revisitación hacia el pasado. Fruto de esa nueva escritura, adelantó el poeta, será el libro Historia solar que saldrá a finales de este año y que tiene como tema central los transistores y la electrónica, y la posibilidad poética que hay en ellas. Dicha temática, continuó, refieren a su niñez y a la labor de su padre quien era constructor de radios.
Para el poeta, esa cualidad de la poesía para comunicarse con cualquier tema, por alejado que este parezca, tiene que ver con “la experiencia espiritual, de canto, rezo y manifiesto” que hay en la disciplina, misma que ante los tiempos actuales –de crisis, de muerte y desigualdad–, se convierte en una trinchera de resistencia.
Dicha resistencia, opinó el también autor del poemario Dispersario (2000), tendrá que mantenerse ante la situación actual: “el alza de los impuestos, las reformas y especialmente el recorte presupuestal hacia la cultura tienen un claro mensaje por parte del gobierno actual: no nos importan las artes ni sus creadores”.
Por ello, concluyó Jair Cortés, será necesario mantenerse desde esa trinchera de palabras, porque el arte, en tiempos de desasosiego y crisis, tiende a florecer.
La presentación de Ahora que vuelvo a decir ahora: una reconciliación poética, será esta tarde de viernes a las 18 horas en el Salón de Usos Múltiples del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla (3 Norte 3), con los comentarios de Beatriz Meyer y Enrique Pimentel.