Este fin de semana fue particularmente violento en la llamada Franja del Huachicol, la zona del estado de Puebla donde se perpetra con mayor frecuencia el robo de combustible a ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex): Por principio de cuentas, el sábado pasado en la localidad de Guadalupe Enríquez, perteneciente a Quecholac, civiles retuvieron soldados que pretendían detener a un grupo de presuntos ladrones de hidrocarburos.
Además, se reportó un ataque a elementos de la Policía Federal en la autopista Puebla-Orizaba, a la altura del kilómetro 147. Presuntos huachicoleros lanzaron piedras contra los agentes que patrullaban la zona.
En el primer caso, el ocurrido en Guadalupe Enríquez, se informó que los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), acompañaban a personal de Seguridad Física de la paraestatal y efectivos de la Gendarmería Nacional, sorprendieron al filo de las 15:00 horas a un grupo de ladrones de combustible e intentaron detenerlos, pero en defensa de éstos salió un grupo de al menos 300 personas, entre las que había niños y mujeres, que defendieron a los presuntos huachicoleros.
Según una versión, la gente desarmó a los militares y los retuvo. La situación se tornó sumamente tensa y fue empleado un helicóptero castrense para sobrevolar el lugar de los hechos y ubicar a los uniformados, con el propósito de lograr su liberación.
Se movilizaron más contingentes de efectivos militares, de la Gendarmería Nacional y de la Policía Estatal de Puebla, pero no hubo confrontación con la gente de Guadalupe Enríquez, pues negociadores de las autoridades lograron la liberación de los soldados, aunque no se ha informado si sus armas fueron también devueltas.
Por otra parte, trascendió que en la tarde del mismo sábado, un comando de la Policía Federal fue atacado con piedras en las inmediaciones del kilómetro 147 de la autopista Puebla-Orizaba, al parecer también en un intento de que los uniformados no se acercaran a un lugar donde en ese momento estaban hurtando energético de Petróleos Mexicanos (Pemex).
No hubo confrontación entre los gendarmes y la gente que los agredió, porque los primeros decidieron retirarse.
El 20 de enero del año pasado, en San José Bella Vista, ocurrió un enfrentamiento entre delincuentes que se dedican a robar combustible de ductos de Petróleos Mexicanos y elementos del Ejército mexicano. Los llamados “chupaductos” tomaron como rehenes a seis soldados y luego los liberaron. Tanto las autoridades municipales de Palmar de Bravo, como de esta junta auxiliar mantuvieron hermetismo y hasta ahora se niegan a hablar del tema.