Miles de manifestantes se dieron cita entre el 31 de mayo y el 1 de junio para protestar contra las acciones de la policía y del gobierno de Erdogan al que denominaron como autoritario; estas demandas no fueron publicadas por los principales medios de comunicación turcos, por lo que miles de personas usaron diversas redes sociales, entre ellas Facebook y Twitter, como vías de comunicación para mantenerse informados de lo que occurría.
Debido a esto las autoridades turcas han solicitado a las redes sociales información sobre las identidades de los usuarios que hayan publicado mensajes considerados insultantes contra el gobierno o el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan y estén involucrados en las protestas llevadas a cabo en la Plaza Taksim y el Parque Gezi.
El ministro de Transporte Binali Yildrim, declaró que Twitter se ha negado a revelar cualquier información de los usuarios, mientras que Facebook lleva tiempo ayudando al gobierno.
Un integrante del Ministerio de Comunicaciones declaró que se han solicitado a todas las redes sociales que tengan como sede Turquía, cumplan la ley turca y entreguen la información que se les pide.
Cuando comenzaron las protestas Erdogan dijo que Twitter era una “amenaza” y un “problema” para la sociedad de ese país pues colaboraba propagando “mentiras”.
Como respuesta a las peticiones del gobierno turco el director ejecutivo de Twitter, Dick Costolo declaró:
“Puedes usar nuestra plataforma para decir lo que tú creas, y eso es lo que la gente de Turquía está haciendo. El programa en sí no tiene ningún punto de vista sobre estas cosas. Nosotros no decimos: bueno, si crees en tal cosa, entonces no puedes usar nuestra plataforma para eso”, expresó.
Anteriormente organizaciones defensoras de la libertad de expresión criticaron en varias ocasiones a Turquía por bloquear el acceso a miles de páginas web.
Tomado de El País.