Un número importante de agentes del Ministerio Publico, fieles y leales a las políticas y tareas encomendadas en materia de procuración de Justicia por José Antonio Gali Fayad, que no han querido someterse a las ordenes lineales de Víctor Carrancá, fiscal con licencia y posible sujeto a juicio político por parte del Congreso del estado, en términos del artículo 110 de la CPEUM, han sido víctimas de espionaje, persecución, amenazas y extorsión, por parte del fiscal general en funciones, a través de sus personeros, entre los que destaca el multimillonario director de secuestros Fernando Rosales Solís, quien difícilmente podrá explicar la manera en que se ha enriquecido, considerando que, por su función, está vincluado a los rescates solicitados por los secuestradores, con quienes se sopecha tiene una relación cercana, en donde los acuerdos y la connivencia, lo ponen en la mira del gobernador interino, que seguramente surgirá de Morena, luego de que se declaren nulas las elecciones por el evidente fraude electoral del pasado 1 de julio.
El director de secuestros, Fernando Rosales, presume voz en cuello que su patrón, Víctor Carrancá será beneficiado con una notaría, que le será otorgado a este, para que con posterioridad, se nombre al defenestrado, auxiliar y con el tiempo titular de la Fiat.
El grupo de agentes del Ministerio Público acosados, esperan el time in para dar una rueda de prensa, en compañía de su abogado patrono, Carlos Meza Viveros, defensor de esta casa editorial, para demostrar con pruebas contundentes, las zafias actitudes de persecución que se han vuelto en una verdadera casería de brujas, por parte de Víctor Carrancá a través del encargado de las funciones que este ejercía y del director de secuestros Rosales Solís.
Entrevistado, el constitucionalista Meza Viveros, comentó con ironía que: “…esta panda de corruptos, no entienden que ya se les acabó el chiringuito…” agregando que hará lo necesario para impedir que Víctor Carrancá se salga con la suya y obtenga la patente de notario a través de uno de sus ujieres (Fernando Rosales), que vinieron a enriquecerse a costa de la procuración de justicia pervirtiendo esta noble tarea, rematando que “…Es el peor procurador y fiscal que haya tenido Puebla en su historia, junto con Carlos Arredondo Contreras…”
Se le cuestiono al jurista, si no teme represalias por parte del fiscal general o de sus colaboradores, manifestando que hace responsable a Rafael Moreno Valle, a Carrancá, al actúa fiscal en funciones, y al director de secuestros, por cualquier eventualidad desgraciada que sufra él o cualquiera de sus familiares, sin embargo consideró que su obligación es defender al grupo de Ministerios Públicos perseguidos de esta pandilla a la que calificó como “los hombre del cuchillón”
Aquí se muestra –en la imagen–, uno de más de 10 amparos promovidos, por las víctimas de espionaje, persecución, acoso y amenazas de Víctor Carrancá y sus secuaces, a quienes maneja a su antojo.