Jueves, marzo 28, 2024

Encaran abogados al presidente del TSJ por nombrar a oscuro personaje secretario de juzgado en Teziutlán

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Si algo ha unido a muchos de los abogados litigantes de Teziutlán es que están preparando la toma del Juzgado de Primera Instancia de esa región de la Sierra Norte para exigir la salida de José Oswaldo Armenta Nava, quien es el secretario de estudio y cuenta de esa instancia del Poder Judicial, pues resulta que este personaje arrastra un negro historial como exsecretario de seguridad pública, como ex juez municipal, por enfrentar un proceso de tráfico de influencias y por haber sido vinculado con supuestas organizaciones del crimen organizado de la región.

Varias agrupaciones de litigantes y abogados en lo individual han formado un frente para exigirle una explicación a Héctor Sánchez Sánchez, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, de por qué se nombró como alto funcionario del Poder Judicial a una figura que tiene como principal marca haber sido secretario de Seguridad Pública en el pasado gobierno municipal, periodo en el cual se disparó el número de asaltos y secuestros de empresarios, ganaderos y comerciantes, además de que había la percepción de que la Policía estaba coludida con las bandas que operan en la zona.

Se sabe que José Antonio Gali Fayad antes de dejar el cargo de gobernador habría dejado recomendado a José Oswaldo Armenta y en fechas recientes, hizo efecto ese espaldarazo, razón por la cual este personaje volvió a aparecer en la escena pública de Teziutlán como funcionario del Poder Judicial, sin importar que en esa parte del estado ha sido factor de conflictos y de inestabilidad en el tema de la seguridad pública.

El historial de Armenta Nava es largo y sorprendente por la acumulación de conflictos, de señalamientos, de escándalos, en que se ha visto envuelto. Estos son algunos casos:

En 2008, José Oswaldo Armenta Nava es dado de baja del servicio de Defensoría de Oficio del gobierno del estado y como castigo lo mandan a laborar en la ciudad de Teziutlán, en donde logra convertirse en juez municipal.

Al mismo tiempo que logró el cargo de juez, conoció y se casó con Daniela García Ávila, quien es descendiente de la otrora poderosa familia Ávila Camacho.

Siendo juez municipal se involucró en un litigio de una propiedad llamada El Ranchito, que es un predio cuyo valor se estima en unos 300 millones de pesos y que se encuentra en disputa entre dos bandos de la familia Ávila Camacho, es decir sus parientes políticos.

En lugar de ausentarse del caso por existir un conflictos de intereses, Armenta Nava impidió que un bando de la familia Ávila Camacho pudiera vender el predio en cuestión, pese a que ya se había formalizado una operación para comercializar esas tierras. Ese conflicto mereció que José Oswaldo Armenta Nava fuera acusado por abuso de autoridad y trafico de influencias, siendo un proceso legal que al parecer todavía está vigente.

Otra relación que estrechó en Teziutlán, es que se hizo socio y amigo del empresario Hiram González Reyes. A decir de algunos abogados litigantes, el actuar de Armenta Nava como servidor público se ha orientado a defender los intereses económicos de González Reyes.

Los dos asuntos que más agravios ha provocado José Oswaldo Armenta Nava son los siguientes:

Primero: en el pasado gobierno municipal fue el secretario de Seguridad Pública y en ese periodo, Teziutlán vivió una de las peores etapas en materia delictiva, ya que se dispararon de manera alarmante los casos de asaltos y de secuestros de empresarios y ganaderos. En muchas ocasiones, se puso de evidencia que la Policía Municipal se mantenía al margen de la ola de atracos y plagios.

Segundo: se dice allá en Teziutlán que siendo secretario de seguridad pública habría entablado una importante amistad con un personaje conocido como El Montoya o El Verde, quien resultó ser alguien que supuestamente es cercano a las organizaciones criminales que actúan en el sur de Veracruz y norte de Puebla.

Más allá de que si era verdad o mentira esa supuesta relación, hubo en largo periodo de varias semanas en que Armenta Nava se desentendió de los temas de seguridad pública, que eran de su absoluta responsabilidad, y la mayor parte de los agentes de la policía se dedicaban a escoltarlo, a protegerlos, a donde quiera que se encontrara. Es decir, se mostraba temeroso de un posible atentado.

Por estos y otros motivos, en Teziutlán se está generando un movimiento de rebelión contra la determinación de Héctor Sánchez, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, de nombrar como funcionario judicial a un personaje que genera agravio y miedo, en lugar de ser una figura respetuosa e imparcial.

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